Si me permite

Los ajustes en esta vida son algo inevitable

Por claro que aparente ser nuestro futuro, debemos estar preparados para imprevistos.

“La inteligencia se mide por la capacidad de hacer ajustes cuando es necesario”. Albert Einstein

Cuando estamos a unos pasos de concluir un año más, vemos todos los imprevistos que hemos tenido que superar y enfrentar, los cuales nunca habían estado a la vista. Si nos lo hubieran advertido posiblemente no lo hubiéramos creído, pero ya lo vivimos y quedó atrás. Pero ahora en el inicio del año nuevo debemos tener claro que los ajustes deben ocupar un lugar importante para que las metas que nos habremos de trazar puedan ser alcanzables y que no nos encontremos con frustraciones.

La disposición de hacer ajustes frente a imprevistos logra abrir nuevos horizontes y alternativas.

La vida que cada uno de nosotros hemos vivido hasta hoy registra situaciones que probablemente fueron planificados porque teníamos en mente algunos logros que deseábamos alcanzar, y así fue finalmente, pero hay otros, los cuales nunca los habíamos previsto, sea por nuestra manera de ver las cosas o simplemente porque habíamos propuesto metas que marcaban otros rumbos, pero nos exigieron hacer ajustes y seguir adelante por encima de lo que las emociones nos estaban dictando, porque si nos hubiéramos aferrado a los sentimientos, las cosas podrían haber sido mucho más desagradables. Por eso, hoy estamos donde estamos y tenemos que aplicar los ajustes necesarios conforme cada uno de nosotros los crea apropiados y necesarios.

No es difícil observar cómo muchos, por querer insistir en lo que tenían previsto, lo que han logrado es un estancamiento que les ha llevado a algunas opciones no muy favorables por no aprovechar las oportunidades que en el momento se les presentaba, y por ello no lograron ni lo uno ni lo otro. Es claro que cada opción conlleva sus riesgos y también los desafíos que habrá de saberse cómo y cuándo se habrán de tomar en cuenta.

Cuando nos predisponemos para hacer ajustes, sean estos porque cambiamos de opinión o por terceros, que de alguna manera tienen que ver con lo que estamos haciendo, están participando en nuestros planes; esto no quiere decir que renunciamos a los ideales que nos hemos trazado, sino que entendemos que el orden de lo que habíamos planificado requiere algunas reconsideraciones. A la verdad, cuando más ágiles somos en este proceso, más favorable habrá de ser el avance en la vida.

En algún momento hemos observado a otros haciendo cambios o ajustes en sus planes, y nos parece extraño y llegamos a tener algunas posturas negativas con las decisiones que ellos están tomando, pero pasado el tiempo debemos aceptar nuestra equivocación y dar crédito a lo que esta persona ha determinado porque tenía mejor percepción de la realidad que estaba enfrentado y muy sabiamente sus ajustes lo han favorecido.

La historia registra a aquellos que tuvieron que vivir cambios y ajustes, los cuales parecieran que los habrían de anular de por vida, pero el tiempo logró mostrar que fueron esos cambios los que han generado beneficio de muchos de los suyos. La madurez de cada uno de nosotros al enfrentar un nuevo año es saber movernos, no por nuestras emociones, sino que, en la mayor serenidad, ser más pragmáticos en lo que habremos de hacer y que las emociones no sean las que nos dominen, sino que lo que nos habrá de dominar será la capacidad y la determinación. Las emociones habrán de acomodarse y no estar limitándonos.

ESCRITO POR:
Samuel Berberián
Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.