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Lo útil llena una necesidad que es evidente

Las personas más importantes son aquellas que llenan alguna necesidad real.

“Un problema de nuestra época es que la gente no quiere ser útil, sino importante”. Winston Churchill

Las necesidades son propias de todos los seres vivientes y el manejo de ellas nos hacen diferentes los unos de los otros. Claro está que algunas de las necesidades son propias de la edad y de lo que se está haciendo. La planificación sabia y prudente habrá de hacer la diferencia del cómo habremos de manejar cada necesidad. Sin duda alguna surgen de imprevisto, por lo que nos obliga una atención inmediata, pero otras, por descuido, nos llevan a situaciones de crisis.

Cuando se llena una necesidad, es intranscendente si se le reconoce por los que lo rodean.

Las necesidades las define uno. Seguramente, en nuestros años formativos, nuestros mayores, si eran personas responsables, nos fueron instruyendo y educando para saber cómo manejar nuestro estilo de vida. Por ejemplo, de los hábitos que fuimos formando en cuestiones de comer y descansar, hasta los hábitos en el estudio, dejaron un perfil marcado que hasta hoy día, de adultos, se manifiestan y nos identifican con aquellos que estamos relacionados.

Por esta razón, nuestros niños hoy  necesitan que se tome el tiempo para que en su etapa formativa aprendan cómo manejar sus prioridades. Por eso los mayores que están a su cargo deben corregir antojos que se van manifestando para que puedan de esa manera saber que los hábitos que tenemos no dependen de antojos, sino de las obligaciones que tenemos.

Conocemos a personas que por no haber tenido una formación apropiada han llegado a ser una carga social, por el simple hecho de no enfrentar sus obligaciones en el tiempo correcto o en el modo adecuado. Esto es evidente en el manejo de la salud o del dinero, y de manera muy particular en las relaciones interpersonales, las cuales, por no estar correctamente construidas, dejan mal sabor en las reuniones. Es innegable que nunca es tarde para corregir nuestro modo de ser y llegar a ser lo más útil posible. Por eso las sugerencias que se nos expresan por nuestra manera de ser deben ser tomadas en cuenta, asimilarla en nuestro modo de vivir para que nuestra manera de ser útil sea hasta los últimos días de nuestra vida.

Cuando estamos en alguna actividad  no hay peor cosa que una pasividad esperando ser servido en todas las cosas. Pero se admira y se aprecia a aquellas personas que en el momento de alguna reunión no solo se ofrecen para ayudar en lo que haga falta, sino la actitud y modo de ser se refleja juntamente con lo que están ofreciendo. Y en algunos casos, donde el círculo de relación es de mucha más confianza, las personas que son útiles no esperan que le digan en qué manera pueden ser de ayuda, sino simplemente entran en acción porque ven la necesidad manifiesta y se involucran, lo cual crea una atmósfera placentera y gratificante.

Lo ideal de nuestra vida es de alguna manera llegar a ser personas importantes, fundamentalmente por el hecho de que siempre que hizo falta algo  tuvimos la disposición de involucrarnos en una manera, llenando una necesidad, al extremo de que llega a ser una forma en que nos conozcan y nos recuerden. En algún momento dejaremos esta vida, pero de lo que nosotros fuimos e hicimos quedarán recuerdos de los cuales muchos hablarán y nos recordarán. Que sea esto un testimonio de que fuimos personas que siempre extendimos una mano para llenar una necesidad.

ESCRITO POR:

Samuel Berberián

Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.