¿Tan imposible entender que lo que se quiere es un cambio en la manera como se conducen los asuntos públicos en Guatemala para que redunden en bienestar para muchas más personas, y no lo que pasa ahora, que solo se benefician unos pocos que lucran de los recursos del Estado o se aprovechan de sus posiciones para recetarse privilegios, leyes a conveniencia y beneficios particulares? La gente está harta, está cansada de ver cómo cada vez más y más se apropian de todo; cómo encima de que se apropian de los recursos públicos despojan hasta a los más inocentes y vulnerables de la sociedad de lo poco que tienen. Ahora nos están despojando hasta de un legítimo resultado electoral.

Los sectores económicos, políticos y paraestatales que se han confabulado para mantener a Guatemala en el atraso, como una economía del despojo, como una gran finca de la época colonial, están destruyendo una de las bases del sistema democrático que ha cimentado la prosperidad de Occidente, y de su propia prosperidad. ¿O creen acaso que los siervos feudales podrán consumir sus bienes y servicios, pagar impuestos? Por décadas han ido cerrando a las personas todos los mecanismos de la movilidad social ascendente por vías honestas; por eso muchos se ven obligados a migrar, otros abrazan la delincuencia y las economías ilícitas para obtener aquello que ven que ustedes han acaparado; y otros, los más, lo que queremos es reabrir democrática y pacíficamente los canales para que se desarrolle el país y nos dé más oportunidades a todos. Ya no queremos políticos infames, oportunistas que se llegan a enriquecer de las arcas del Estado. Esos son los que están tirando a Guatemala por la borda y orillan al Estado a actuar violentamente en contra de población indefensa que lo único que ha hecho todos estos días es manifestar pacíficamente su descontento con la perversidad que quieren imponer de deslegitimar el proceso electoral y su resultado.

¿Qué tanto tienen que esconder que están dispuestos a que el país arda antes de atender una petición tan básica como respetar los resultados electorales y sacar de su cargo a la persona que ha liderado el sabotaje y la criminalización del proceso electoral? ¿Tanto poder tiene esa señora sobre todos ustedes que los puso de rodillas a defenderla contra todo un pueblo, quebrando en el proceso todo el sistema social y el pacto político de 1985? Entendemos que no les salió la jugada electoral como querían, todos lo sabemos. Pero están quebrando el propio sistema político y social que los trajo hasta este punto. Por lo visto, puede más la arrogancia y el placer de dominar y someter a los demás, de no ceder un ápice para favorecer la convivencia social.

Los Pueblos Indígenas, sí, esos a quienes algunos desprecian y casi que ni humanos consideran, estas personas nos están dando la más grande muestra de dignidad, de conciencia social y de visión de Estado que hemos visto en mucho tiempo en Guatemala. Están dando la cara por todos los guatemaltecos, hasta por ustedes, aunque no lo crean, defendiendo la democracia liberal, el proceso electoral, el principio del bien común y la posibilidad, la esperanza de prosperar. ¡Tanto despotricar por años contra países como Cuba y Venezuela, y ahora con su actuar están favoreciendo una narcocleptodictadura para que se enseñoree totalmente del país!

¡Toda Latinoamérica sabe lo que está pasando en Guatemala! ¡Todo el mundo lo sabe, nadie se confunde con la diplomacia del engaño, de los montajes, de la violencia dirigida e instigada por el propio Estado, cuando un pueblo expresa su voluntad de democracia y paz! ¡No terminen de condenar al país a más oscuridad!