La violencia contra las mujeres es el delito más cometido y más denunciado en Guatemala. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), entre enero y junio de 2022, 376 mujeres fueron asesinadas en nuestro país, 122 más que durante el mismo periodo del año pasado.

Las desapariciones de niñas, adolescentes y mujeres también se incrementaron. El Grupo de Apoyo Mutuo (GAM) reveló que desde 2011 más del 50% de las personas desaparecidas son mujeres, un fenómeno que se asocia a la violencia de género, los femicidios y las agresiones sexuales.

La alerta Isabel Claudina, que se activa cada vez que una mujer desaparece en Guatemala, superó los registros de los últimos tres años. Entre enero de 2021 y febrero de 2022, cada 6 horas se reportó la desaparición de una mujer en el territorio nacional. El Ministerio Público da cuenta de que a diario se registran denuncias por agresión física, sexual, sicológica y económica, y que de 291 mil casos denunciados entre 2017 y 2020, apenas en el 1.15% se logró obtener una sentencia.
A pesar de ser un flagelo cotidiano y alarmante, la cobertura mediática sobre la violencia contra las mujeres es limitada.

Reproduce estereotipos, tiende al amarillismo y favorece el sensacionalismo. Incluso, en muchas ocasiones, responsabiliza a las mujeres de la violencia que sufren y exculpa al agresor: “La asesina, cegado por los celos”, “estaba sola en la calle a altas horas de la noche vistiendo ropa ligera”, “no le obedeció y el desacuerdo terminó en golpiza”, son algunas de las frases o titulares que se incluyen en las notas o columnas de opinión sobre casos de violencia de género.

Invisibilizar el tema o referirse a la violencia contra las mujeres como algo “natural” o como parte de la cultura predominante contribuye a fortalecerla. El papel del periodismo es determinante para que la sociedad advierta que los femicidios y la violencia contra niñas, mujeres y jóvenes es un delito que debe ser castigado y erradicado.

Con este propósito, junto a las colegas Ana Carolina Alpírez de Ojoconmipisto;, Shirlie Rodríguez, de Stereo 100 de Quetzaltenango y del Proyecto Aliadas; Quimy De León, de Prensa Comunitaria y Revista Ruda; y Ángel Mazariegos, de Agencia Ocote, trabajamos en la elaboración de una guía práctica para periodistas sobre cómo cubrir la violencia contra las mujeres.

Aunque el documento no tiene la última palabra, busca contribuir a generar una cobertura periodística pertinente para que la sociedad comprenda que las violencias son un problema social profundo, que no solo nos atañe a las mujeres, y que es necesario erradicar. La guía está dividida en siete apartados en los que se presentan recomendaciones para el momento de escribir, de realizar entrevistas a víctimas sobrevivientes y en la toma de videos y fotografías.

Para su elaboración se consultó a especialistas en el tema de violencia contra las mujeres y periodismo con enfoque de género, y se incluyó un apartado de términos referidos a la temática, un capítulo sobre fechas relevantes y un directorio de fuentes de consulta.

Las y los periodistas ejercemos una profesión privilegiada, contamos historias para que la sociedad las conozca, comprenda lo que ocurre y por qué sucede, y promovemos temas en la agenda pública y mediática para generar un cambio. Eso es en esencia nuestro trabajo y compromiso.

Convencidos de que “lo que no se menciona no existe”, trabajamos en este texto para visibilizar de forma pertinente, adecuada e integral la violencia que sufren las mujeres en Guatemala y ayudar a que termine. La guía puede descargarse en versión digital en este enlace: https://bit.ly/3q6HJn8.