Punto de encuentro
Liberen a Jose Rubén
Presidente Arévalo, no permita que Consuelo Porras siga dirigiendo un estado paralelo.
María Consuelo Porras Argueta, la fiscal general del Pacto de Corruptos, sigue su desenfrenada carrera en la ruta de la criminalización. Hoy, el periodista Jose Rubén Zamora Marroquín cumple 571 días privado de su libertad, enfrentando cargos penales en tres procesos que la Fiscalía fabricó para castigarle por las investigaciones y publicaciones periodísticas de elPeriódico que involucraban a los miembros del Pacto.
Zamora lleva 571 días preso y el sistema de justicia y el MP siguen empeñados en criminalizarle.
Además de mantenerlo encerrado bajo un régimen de aislamiento y sufriendo constantes vejámenes, Porras Argueta logró con el concurso de jueces corrompidos y las presiones de la dupla Giammattei y de empresarios vinculados a redes de corrupción, asfixiar financieramente al diario.
En el primer proceso penal contra Zamora la acusación de la Feci era insostenible. El mismo fiscal Curruchiche afirmó que ese “caso” se construyó en 14 días (El Faro, 27/10/22). Sin mayores pruebas, pero basándose en la declaración y el audio que el “testigo” clave del MP obtuvo ilegalmente, un tribunal lo eximió de dos delitos, pero lo condenó a 6 años de prisión por lavado de dinero (el MP había pedido 40). Este juicio en el que se violentaron todas las garantías de defensa y se presionó y encarceló a varios de sus abogados dejó en evidencia la debilidad de la acusación, la connivencia entre el MP y el juez contralor del caso y el propósito real de la persecución contra Zamora: castigarlo y dar una lección ejemplificante al resto de periodistas: “lo mismo les puede ocurrir a ustedes”.
Una sala de apelaciones ordenó anular la sentencia y repetir el juicio. Pero como no podía ser de otra manera, la Fundación Contra el Terrorismo -querellante adhesivo- recusó al nuevo tribunal y al entrampar el inicio del mismo, consiguió extender la prisión del periodista de manera indefinida. Pero el retardo malicioso de la justicia se está dando también en los otros dos procesos que enfrenta Jose Rubén. Ambos “casos” fabricados por la Fiscalía son un despropósito. Aunque se conoce poco de las acusaciones porque el juez Jimi Bremer decretó la reserva de los procesos, se sabe que pretenden enviarle a juicio por la “falsificación” de firmas en unas boletas de migración (tercer caso) y por dizque haber planificado con años de antelación una estrategia para obstruir la justicia por una acusación que en ese entonces no existía (segundo caso). Sí, leyó bien. El MP también pretende endilgarle a Zamora los dotes adivinatorios de Nostradamus.
Lo cierto es que Jose Rubén Zamora sigue preso y el sistema de justicia y el MP están empeñados en criminalizarle. El pasado 5 de febrero, Jimi Bremer canceló la audiencia en la que resolvería si el periodista deberá enfrentar un segundo juicio, utilizando como excusa que el Consejo de la Carrera Judicial le había citado en el mismo horario. La audiencia se reprogramó para mañana, 21 de febrero, y hay una exigencia unánime de las organizaciones de prensa nacionales e internacionales para que la misma se realice sin más demora y que se le otorgue una medida sustitutiva para que enfrente estos procesos en libertad.
Aunque las condiciones carcelarias mejoraron a partir de que asumió el nuevo gobierno, Bernardo Arévalo sigue en deuda con la población que defendió en las calles su triunfo electoral y evitó que se concretara el golpe judicial dirigido por el MP para evitar su investidura. Lleva razón Jose Rubén Zamora cuando afirma en la entrevista con el diario El País (18/2/24) que el presidente debe enfocar de forma distinta el tema Porras y destituirla: “Esa señora ha cometido y sigue cometiendo delitos flagrantes. Es evidente y continuado. Hay que leerlo así o el presidente va a acabar a la vecindad mía”.
Así es, presidente Arévalo. Usted no puede permitir que Consuelo Porras siga dirigiendo en Guatemala un estado paralelo.
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