De los arquitectos se dice que son seres mágicos que pueden construir casas, ciudades y mundos de papel, para luego vivir en ellos. (Efraín Cordero).

En octubre 2020, la unión de cuatro grupos opuestos entre sí, con intereses propios, ganó las elecciones para junta directiva del Colegio de Arquitectos, a pesar del esfuerzo, obstrucciones e ilegalidades del Tribunal Electoral afín al oficialismo de entonces. Tribunal de Honor y Tribunal Electoral quedaron en manos de la oposición.

Tuve el privilegio de ser invitado para representar la unidad de lucha, sin haber participado en su gestación, sino como alguien reconocido dentro del gremio que podría contrarrestar el ímpetu de lo establecido. De los 842 votos emitidos en la segunda ronda, la JD se ganó con 415; es decir, por dos votos. Considero haber logrado hegemonía y conducción de una positiva gestión.

Al abrirse el reciente proceso para elegir rector de la Usac (2022-26), en el ámbito de profesionales no catedráticos, uno de los grupos indicados pidió mi apoyo para formular su planilla; tuve el siguiente diálogo: ¿Por quién? / Innova Usac / ¿A quién apoya? / Mazariegos / Mmm… contá con mi solidaridad por tu esfuerzo y trabajo que permitió ganar la elección. Fue, en otras palabras, una opción personal.

Entre las planillas inscritas en el Colegio de Arquitectos estuvieron Agrupación Innova, Integración, Identidad Sancarlista y Avance San Carlos. Una vez cerrado el período correspondiente, el Tribunal Electoral mandó hacer las boletas para distribuir en las delegaciones en el territorio nacional; nombró a las secretarias de las sedes presidente de Mesa, en lugar de delegar esa responsabilidad al coordinador, junto a otros caprichos.

En el ínterin, un miembro de la planilla Avance San Carlos renunció a la designación. El Tribunal Electoral, fiel a su líder, actuó y actúa en su beneficio, por lo que dispuso por sí y ante sí aceptar la sustitución del retirado, mandando hacer nuevas papeletas; giró instrucciones a las delegaciones de no abrir el primer paquete.

Tales anomalías y violaciones a los estatutos del Colegio fueron consignadas en un comunicado que di a conocer, en nombre de la Junta Directiva, al momento de abrir la sesión de Asamblea General para el proceso electoral; solicité al Tribunal Electoral incluirlo en el acta de esa actividad. El fiscal de la Planilla Innova y la arquitecta María Elena Castillo Mack, a título personal, también manifestaron su rechazo al proceso y dejaron constancia de su inconformidad.

De acuerdo con la cantidad de votos emitidos, la mayoría absoluta fue tazada en 361. Avance San Carlos obtuvo 360 votos e Innova Usac, 143. En el acta de cierre, el Tribunal Electoral asentó quedar a la espera de recibir la documentación de las subsedes para su debida revisión y ratificación de resultados. Cuatro días después, con la presencia de dos de los cuatro fiscales convocados, de manera poco ortodoxa revisó las boletas recibidas. Ante su caótica manipulación, pero sobre todo por las irregularidades expuestas y consignadas en el acta del día de la votación, el fiscal de Innova manifestó su rechazo al proceso, dejó consignada por escrito su inconformidad y se retiró. El resultado: se dio por ganadora a la Planilla Avance San Carlos, por lo que ya no hubo segunda ronda.

La ausencia de valores que prevalece en nuestro país llevó a que lo mismo sucediera en otros colegios profesionales, al igual que en el Estado y sus instituciones.

La magia atribuida al proceso creativo de los arquitectos se disolvió en ese espacio enrarecido de la corrupción.