Catalejo

Las medallas derivaron del esfuerzo y de varios apoyos

Los atletas guatemaltecos recibieron apoyos sociales diversos cuando por la politiquería se arriesgó su participación.

Constituye una alegría nacional las dos medallas logradas por atletas guatemaltecos en 24 horas, ambas en tiro, con la de oro para Adriana Ruano, primera de ese rango en el olimpismo nacional y récord olímpico; de bronce en foso masculino 24 horas antes para Jean Pierre Brol, a las cuales se une la plata para Érick Barrondo en Londres 2012. Fueron producto de esfuerzo individual y de quienes presionaron para permitir la participación, en riesgo a causa de mezclar lo deportivo con los intereses politiqueros, lo cual provocó críticas periodísticas, rechazo ciudadano y también la participación directa de Bernardo Arévalo en el Comité Olímpico Internacional, en una acción deportiva, no política, porque en esa entidad al ser privada no caben malintencionados amparos.

Los atletas guatemaltecos recibieron apoyos sociales diversos cuando por la politiquería se arriesgó su participación.

Fue emocionante ver la bandera y el himno en un podio olímpico, y negarlo es absurdo, así como ver las lágrimas de emoción de Adriana. El Ministerio Público fustigó hasta el final, con recursos absurdos por todos lados en abierto acatamiento al oficialismo giamateiesco. Lo ocurrido en París se convirtió en una tácita bofetada a gentes embarradas de mala fe y ahora protegidas por haberse convertido en miembros del Congreso, donde siguen su tarea. La batalla cívica duró meses y me siento orgulloso de haber integrado el espontáneo grupo de columnistas defensores de los atletas y de los valores, la lógica y la ética tradicionales. También rechazo a haber convertido ese espectáculo en un ente desde donde se rompen normas y se irrespetan creencias.

Los triunfos deportivos guatemaltecos en su abrumadora mayoría son financiados con dinero privado local o foráneo. Hay muchos casos de atletas entrenando descalzos, financiándose su ropa y equipos. Por ello el olimpismo internacional ha intervenido para los pagos a los deportistas, quienes además no son alojados en los hoteles para los directivos y reciben magros viáticos. Por todo eso, urge una revisión de los gastos. Este es buen momento para revisar con cuidado la realidad del dinero otorgado al deporte y la cultura unidos en el ministerio homónimo. Fuera de eso, los triunfadores merecen el agradecimiento por haberle dado a Guatemala una indudable alegría, al obtener las medallas en competencias donde el nacimiento determina al sexo. Es biología, no psicología.

Por tal decisión, la mujer está en desventaja por altura, fuerza, etc. En una carrera femenina participa alguien con testículos. Las victorias de esta manera reciben abucheos del público, negativas de saludo por las perdedoras, o abandono de la competencia. La boxeadora italiana Ángela Carini abandonó a los pocos segundos, al recibir un golpe directo en la cara por su oponente, quien se quedó con la victoria. En otro caso, un golpe similar lanzó de espaldas al suelo a la víctima estadounidense de esa agresión deportiva, sufrió una lesión cerebral de efectos de por vida y hay un juicio en este momento. Si sigue esto, se llegará a competencias femeninas con totalidad de este tipo de atletas, o carreras de ciclismo con ruedas cuadradas. La ridiculez brota por todas partes.

Las medallas guatemaltecas tienen la valiosa característica de derivar de competencias sin mezcla de sexos, aunque por el tipo de deporte no hay necesidad de fuerza. Debido a la decisión del COI, se ha roto la armonía y la hermandad. Las medallas de quienes no se identifican con sexo alguno ya están causando abucheos de los espectadores, rechazo de las mujeres derrotadas de esa forma y se abrió la puerta a competencias femeninas en las cuales participan en su totalidad mujeres con testículos. En las carreras de ciclismo, entonces, podrían participar bicicletas con ruedas cuadradas… El olimpismo necesitará de definir el significado de hombre y de mujer. Esto es posible porque el COI es un club privado, con sus normas propias, autodecididas y autoritarias.

ESCRITO POR:
Mario Antonio Sandoval
Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.