CON OTRA MIRADA

La violencia como parámetro de acción

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El guatemalteco tiene en sus genes el germen de la violencia, que se exacerbó durante la guerra interna (1960-1996). A pesar de eso es tranquilo, trabajador y dedicado al bienestar de su familia; aunque se mantiene alejado del devenir político, dejando esa importante función pública en manos de fuerzas oscuras y ambiciosas, que lejos de trabajar por el bien común lo hacen por el propio.

La violencia es el parámetro de acción de las fuerzas de seguridad, que por ser institucional penetró en el subconsciente popular como ejemplo de comportamiento. Es notorio en el lenguaje corporal, conducta en el tránsito vehicular, comentarios en redes sociales y un largo etcétera. El diálogo para alcanzar consenso, la búsqueda de puntos en común y solución a las diferencias fueron sustituidos por la intimidación, amenaza, provocación y saña.

Esas características no son patrimonio exclusivo nuestro, son propias del ser humano.

' Decidió dejarse crecer el pelo, que lo tenía en abundancia, a fin de donarlo para niños con cáncer.

José María Magaña

El 25My2020 vimos cómo en un vecindario de Minneapolis (EE. UU.) el arresto de George Floyd llegó a su asesinato por asfixia, cuando, luego de esposarlo y ponerlo boca abajo contra el pavimento, uno de los cuatro policías, con el apoyo de dos de ellos, presionó al arrestado con su rodilla en el cuello, durante 8 minutos y 46 segundos, haciendo gala de extrema violencia sobre el ya indefenso señor Floyd. Esa actitud racista, xenófoba y abuso de autoridad generó una ola de protestas por indignación en aquella nación, que se extendió a otras ciudades del mundo. Al parecer, Floyd fue arrestado por intentar comprar en una tienda de comestibles con un supuesto billete falso de 20 dólares, pero con el agravante de ser negro en una ciudad de blancos.

Localmente, el 28Feb2021, en la calle de Las Ánimas, en La Antigua Guatemala, Luis Armando Solórzano Subuyuj caminaba desorientado y desnudo. Tres agentes de la Policía Municipal Urbana, sin que opusiera resistencia, lo sometieron con lujo de fuerza durante 15 minutos, con la misma táctica de presionar con la rodilla en el cuello contra el empedrado, hasta causarle la muerte. El informe del Instituto Nacional de Ciencias Forenses indica que la causa del deceso fue por trauma cerrado de tórax y múltiples lesiones contundentes en todo el cuerpo, cabeza y tórax.

Luis Armando era un hombre trabajador y tranquilo. En un accidente laboral sufrió una descarga eléctrica que dejó como secuela ocasionales ataques de intenso calor y ansiedad que lo descontrolaban, provocando la necesidad de quitarse la ropa.

Durante los últimos meses decidió dejarse crecer el pelo, que lo tenía en abundancia, a fin de donarlo para niños con cáncer que lo han perdido, por los tratamientos médicos; de ahí la perturbadora apariencia que dio como resultado el innecesario ataque del que fue víctima.

La violencia de su muerte solo causó reacción en miembros de su familia y líderes de grupos organizados de vecinos que ven en la nueva Policía Municipal Urbana a un ente represivo, no autorizado y ajeno a la legislación vigente: artículo 1 decreto 11-97 del Congreso de la República, que dice: La seguridad pública es un servicio esencial de competencia exclusiva del Estado y para ese fin se crea la Policía Nacional Civil.

La seguridad pública municipal tiene funciones de auxilio a la población, que se organiza para la vigilancia, prevención de delitos, sanción de infracciones y protección de la paz y tranquilidad pública del municipio… pero la cultura de violencia prevaleciente incita a actuar como durante los 36 años de guerra interna, como las bestias.

ESCRITO POR:

José María Magaña

Arquitecto -USAC- / Conservador de Arquitectura -ICCROM-. Residente restauración Catedral Metropolitana y segundo Conservador de La Antigua Guatemala. Cofundador de la figura legal del Centro Histórico de Guatemala.