con otra mirada

La Vara Manda

Toda la gente debía participar. Invitamos a los 4 pueblos: Maya, Mestizo, Xinka y Garífuna

La Vara Manda / 106 días: Levantamiento Indígena es el título del libro de Leonor Hurtado Paz y Paz, prologado por Demetrio Cojtí. Conmemora un año del movimiento por la defensa del voto y el orden constitucional que garantizó la toma de posesión del binomio presidencial

electo.

La clase dominante creyó que con maniobras jurídicas y técnicas corruptas podía imponer su voluntad.

El día 37 de la resistencia ante el Ministerio Público (2023) la autora entregó a las Autoridades Indígenas ejemplares de su libro Utopía revolucionaria, El buen vivir, motivación de la espiritualidad maya. Dio lectura a dos párrafos sobre la ceremonia en los bosques comunitarios de 48 Cantones de Totonicapán, pues esa organización, obedeciendo a sus comunidades, convocó a los 7 Pueblos Indígenas que le han sido solidarios, a levantarse en contra de las corruptas maniobras del gobierno saliente. Víctor Vásquez, presidente de la Alcaldía Indígena de San Cristóbal Totonicapán, en representación de las Autoridades Indígenas preguntó: hermana escritora, ¿Acepta usted escribir nuestra historia para recordarla, para leerla con las nuevas generaciones y reafirmar nuestra fuerza?

El Levantamiento Indígena no fue un hecho espontáneo, sino producto de la fuerte organización comunitaria, identidad y forma de vida que ha permitido preservar su cultura y desarrollarse. Las autoridades indígenas respetan a su comunidad y la comunidad respeta a sus autoridades. Cada comunidad tiene sus propias autoridades y es a través de la Asamblea Comunitaria que se toman decisiones de acuerdo a la opinión de sus miembros; es la mayoría de la población la que decide y manda. El levantamiento indígena demostró la fuerza del aval comunitario y la determinación de sus acciones.

Luis Pacheco, presidente de la Junta Directiva de la Asamblea de alcaldes comunales de los 48 Cantones de Totonicapán 2023, comenta que la determinación de manifestarse fue consecuencia de la masacre de Alaska, Totonicapán, cometida por el ejército el 4Oct2012, durante la manifestación en contra de la modificación de la carrera de magisterio, el alza al precio de la energía eléctrica y la oposición a reformar la Constitución, que perjudicaría a sus pueblos. Autoridades de los 7 pueblos (San Cristóbal Totonicapán y San Andrés Xecul, de Totonicapán; Chichicastenango y Nebaj, de Quiché; Santa Lucía Utatlán y Panajachel, de Sololá, y San Juan de Arana Cuilapa, sede del Parlamento Xinka, Santa Rosa) se solidarizaron entonces con Totonicapán. Se reconocieron como “…ciudadanos con derechos y obligaciones; que como indígenas somos diferentes, pero iguales ante la ley, por lo que no es justo que nos maten sin razón… El gobierno nos ignora, la gente mestiza nos discrimina, no reconocen que somos nosotros los que producimos los alimentos de todo el país”.

“Después de la segunda vuelta electoral, el 20Ag2023, la comunidad nos exigió pedir la renuncia de Consuelo Porras (fiscal general) y de otros funcionarios corruptos… Entonces asumimos la responsabilidad de convocar a los 7 Pueblos Indígenas. Cuando estuvimos de acuerdo, hicimos invitación general a participar en la movilización en la ciudad capital, para exigir el respeto a nuestros derechos… Todos juntos decidimos presentarnos ante el Ministerio Público el 2Oct2023… Insistí que, como era un Paro Nacional, toda la gente debía participar. Invitamos a los 4 pueblos de nuestro país: maya, mestizo, xinka y garífuna. Dijimos, “el paro va a durar hasta conseguir nuestros objetivos”.

El texto abunda en testimonios, hechos, contexto, cronología, reflexiones y conclusiones.

“La clase dominante, los empresarios y los funcionarios de gobierno no se han dado cuenta de la madurez y capacidad alcanzadas por los Pueblos Indígenas… Creyeron que, con maniobras jurídicas y técnicas corruptas podían imponer su voluntad”.

ESCRITO POR:

José María Magaña

Arquitecto -USAC- / Conservador de Arquitectura -ICCROM-. Residente restauración Catedral Metropolitana y segundo Conservador de La Antigua Guatemala. Cofundador de la figura legal del Centro Histórico de Guatemala.