Economía para todos
La moneda antes y después de la Conquista
La visión de los vencidos en la conquista es tema de un nuevo libro.
El conversatorio A cinco siglos de la conquista española fue realizado por la Universidad del Valle de Guatemala y la Academia de Geografía e Historia de Guatemala, el sábado 17 de febrero del 2024.
No había moneda fraccionaria, y se utilizó un sistema híbrido entre lo maya y lo hispano.
A continuación, la parte final de la introducción a las ponencias por parte de la Dra. Regina Wagner.
Moctezuma recibió a los españoles con collares de flores y en los Andes los consideraron como viracochas, hijos del creador divino. Sin embargo, esta creencia pronto se esfumó por su conducta brutal y el delirio ante la visión del oro.
En este sentido, el título de la obra de George Lovell, Christopher Lutz y Wendy Kramer Atemorizar la tierra: Pedro de Alvarado y la conquista de Guatemala, 1520-1541, es muy significativo. Al inicio de la obra, los autores citan un párrafo que escribe Pedro de Alvarado a Hernán Cortés el 11 de abril de 1524, cuando le comunica que se va a dirigir a Guatemala, en náhuatl Quauhtlemallan y en cakchiquel Iximché. Dice así: “Envié a la ciudad de Guatemala (Iximché), que está a 10 leguas de esta (Utatlán), a decirles y requerirles de parte de Su Majestad que me enviasen gente de guerra, así para saber de ellos la voluntad que tenían como para atemorizar la tierra”.
La guerra consiste en “atemorizar” la tierra. Por ello, la conquista significó un verdadero trauma que causó el fuerte impacto psicológico de la llegada de los españoles, además de haberle antecedido a la conquista una epidemia de viruela nunca antes conocida, que atravesó el Istmo, desde México hasta Panamá. En realidad, hubo una alta tasa de mortalidad masculina por las pandemias, guerras y la devastación de las cosechas, que causaron estragos, separación de familias, descenso de la natalidad y destrucción de la forma de vida organizada de los pueblos del altiplano guatemalteco.
Tanto las crónicas indígenas de Guatemala como el Memorial de Sololá y otras fuentes etnohistóricas hablan de la Conquista. Muy ilustrativa es la ponencia de Matilde Ivic, titulada En verdad, fue cosa temible verlos entrar, en una visión “desde las crónicas indígenas”, o sea, como lo apreció el mexicano Miguel León Portilla en sus obras publicadas en la década de los cincuentas y sesentas: La visión de los vencidos y El reverso de la Conquista. Relaciones aztecas, mayas e incas.
Las ponencias de los investigadores se basan principalmente en fuentes etnohistóricas y arqueológicas de los pueblos conquistados, así como en las crónicas indígenas y otras fuentes documentales de hace 500 años.De mi autoría es la ponencia siguiente: La moneda antes y después de la Conquista. Cuando se llevó a cabo la conquista de Guatemala, el mundo indígena disponía de un sistema monetario basado principalmente en el cacao, como la moneda más usual. Además, comerciaban a base de trueque con productos como plumas de quetzal, mantas de algodón y pedacitos de jade, entre otros. Al llegar los españoles, Pedro de Alvarado requirió oro a los indígenas y empezaron a buscar minas. En una de las primeras actas del ayuntamiento de la ciudad de Santiago de Guatemala, de fecha 12 de diciembre de 1524, se observa que se empezó a usar una unidad de cuenta basada en el sistema monetario español. En efecto, al disponer el valor del trabajo, se utilizaron las unidades de cuenta española, tales como ducado, tomín, peso y castellano. Debido a que no había moneda española fraccionaria en gran cantidad, se empezó a utilizar un sistema híbrido entre lo maya y lo hispano.
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