FUERA DE LA CAJA

La interpretación de la realidad

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La información se absorbe y procesa desde una perspectiva individual, construida a partir del conocimiento y las experiencias en los entornos en los que se nace, vive e interactúa. La combinación de esos factores modela la codificación de “la realidad personal”, que coincide y a la vez difiere con la de unos y con la de otros.

No se “trata” de estar o no equivocado, sino de comprender que cada quien interpreta la información que recibe de acuerdo con lo que conoce y entiende.

Quien cumple funciones de dirección debe estar preparado para aceptar las diferentes realidades, porque todos vemos las cosas desde la estatura y el ladrillo en el que estamos parados.

' La construcción social de la realidad es resultado de fenómenos externos a los individuos sobre los cuales se acepta y comparte el conocimiento adquirido.

Klara Campos

Para algunos, los juegos pirotécnicos pueden ser interpretados como una fiesta, en tanto que para otros serán una amenaza al ambiente, y para unos más, el producto que vende.
Esta temporada de intensa actividad noticiosa —eventos climáticos, políticos y de salud pública— invita a pensar en el entorno nacional, en el contenido de los mensajes y a reflexionar sobre la realidad y la ficción.

Thomas Luckmann y Peter Berger, en La construcción social de la realidad -1996, Vintage Books- teorizan sobre la realidad, la cual conceptualizan como la serie de fenómenos externos a los individuos sobre los cuales se acepta y comparte el conocimiento adquirido.
Es válido preguntarse cómo influye la comunicación social en la construcción de esa realidad socialmente aceptada. Y es allí donde nos referimos una vez más al valor que tiene el proceso informativo en los medios de comunicación tradicionales y alternativos para crear ese mundo real en el que nos movemos.

En cuestión de segundos separamos lo que nos parece real —lo que coincide con lo que conocemos— de lo nuevo que recibimos —lo que se nos informa y no nos consta—, para luego hacer el proceso racional en el que discernimos entre qué puede ser verdadero y qué pudiera no serlo. Entonces, avanzamos en el proceso que luego validamos con otras personas o fuentes, para ir acercándonos a una realidad que aceptamos y a partir de la cual tomamos decisiones.

De ahí que comunicación y experiencia van de la mano para configurar esa realidad que percibimos. Los mensajes que los medios de comunicación tradicionales y alternativos difunden —contenidos noticiosos, publicitarios, de entretenimiento, por citar algunos— modifican la percepción de la realidad, pero será la validación personal mediante el análisis individual y colectivo lo que nos permitirá discernir entre lo real y lo imaginario. La percepción variará de acuerdo a nuestra experiencia, valores e información que ya hayamos recibido, procesado y admitido.

Tenemos por delante un ejercicio que impone el análisis de los mensajes. Intencionalidad, comprobación, coincidencia con nuestros valores y la infaltable dosis de comparación con lo ya experimentado, serán los componentes de una ecuación en la que unimos todas nuestras percepciones para decodificar lo que consideramos real. Debe haber un irrenunciable juego libre de pensamientos, criterios y claridad personal para saber que, aún y cuando recibamos mensajes diversos, cada quien creará una percepción de “su” realidad.

El reto es aprender a discernir y comprender que hay diferentes interpretaciones, y por lo mismo, diferentes oportunidades para dialogar y discutir.

ESCRITO POR:

Klara Campos

Licenciada en Comunicación con maestrías en Estudios Estratégicos y Comunicación no Verbal. CEO de Klaro Comunicación, S. A. Asesora en comunicación 360°; en estrategia, medios y publicidad, y gestión de reputación y crisis.

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