Fundamentos
La geopolítica de las oportunidades
Existen plataformas empresariales importantes que pueden contribuir a identificar las claves de una futura agenda de oportunidades en inversión y comercio.
Decía un conocido amigo, a medio camino entre la broma y la más absoluta seriedad, que solo hay dos formas de subir el ingreso per cápita de un país. Subiendo el ingreso o bajando las “cápitas”. Con esta figura del idioma nos recordaba que todo problema puede tener varias propuestas de solución, pero no todas ellas pueden ser necesariamente válidas, aplicables o exitosas en el largo plazo. Con el tema de los desafíos de las economías de la región y cómo estas se relacionan con el principal socio comercial que es Estados Unidos, se abre una oportunidad para replantear los instrumentos a través de los cuales se logra hacer coincidir los intereses comunes.
En el marco de las relaciones comerciales, los intereses estratégicos y las oportunidades de relacionamiento entre estados, el desafío que plantea la recolocación de cadenas de suministro ubicadas hoy en el Asia y en países que como China son particularmente ajenos a nuestros intereses abre la posibilidad de forjar una nueva alianza entre inversiones e inversionistas que puedan realmente beneficiar a ambos lados de la ecuación.
Recolocando inversiones estratégicas en el área en aquellos sectores que puedan establecer, por ejemplo, una cadena confiable de suministro de insumos y productos a la mismísima base industrial de los Estados Unidos lograría un triple efecto. Por un lado, se forjan nuevas relaciones comerciales entre socios cercanos y responsables. Como segundo efecto, se fortalece el flujo de inversiones americanas en el área, cerrando la posibilidad de contagio en nuestras economías por la presencia de potencias extrañas al continente. Y luego, el impacto económico y social que puede brindar el escalar las inversiones en estos países generaría la tan necesaria creación de empleo formal en nuestros países, reduciendo, allí sí, de forma estratégica y sostenible, la migración irregular hacia el norte. Esta política constituye, pues, una ganancia de doble resultado para las partes involucradas.
El impacto de escalar las inversiones americanas en estos países generaría la creación de empleo formal, reduciendo con ello la migración irregular hacia el norte.
Existen plataformas empresariales importantes que pueden contribuir a identificar las claves de una futura agenda de oportunidades en inversión y comercio, y que sea positiva para todos los interesados. HUGE Business and Investment Council, por ejemplo, es un consejo de empresas e inversiones de Estados Unidos, Guatemala, El Salvador y Honduras que ha sido un instrumento de movilización de oportunidades en ambas vías y que tiene mucho que aportar a un diálogo sobre cómo crear este espacio común, y de cómo asegurar las sinergias necesarias.
El mensaje central es cambiar el enfoque de aproximación, de uno que ha sido limitado en sus resultados y que ha generado la pérdida de recurso humano talentoso en nuestros países, a uno que pueda integrar intereses, oportunidades y alianzas entre socios que comparten una misma visión estratégica para nuestros países, para nuestras economías y para la región.
¿Cómo hacerlo? Algo clave sería crear instrumentos de política pública en Estados Unidos para favorecer las inversiones americanas que, vinculadas a su base industrial, quieran proyectarse a la región. También con un apoyo importante a los proyectos ya iniciados de nearshoring en nuestros países. Asimismo, una agenda de apoyo político a las inversiones en infraestructura. Y finalmente, aprovechando bien y mejor los marcos ya existentes de intercambio comercial entre nuestros países. Estas son las bases para esa estrategia de “región económica ampliada”, que es tan importante para quienes son socios comerciales.