LIBERAL SIN NEO
La elección de un rector
El reciente proceso de elección de rector de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac) es un reflejo del estado de la institucionalidad en el país. Quedó envuelto en una nube de sospecha, desconfianza, intimidación y aparente carencia de legitimidad. Al final solo había un candidato, que ganó. La Universidad de San Carlos es un gran centro de poder, con control de vastos recursos económicos e influencia política. Tiene enorme capacidad para influir en la vida de muchas personas e instituciones de gobierno; formidable trampolín para otorgar y retirar favores. Por ley, es autónoma; se gobierna a sí misma. Su naturaleza y las reglas por las que se gobierna la hacen presa de ser capturada por operadores políticos.
' Las reglas por las que se gobierna la hacen presa de ser capturada por operadores políticos.
Fritz Thomas
El órgano que elige al rector de la Usac es el Cuerpo Electoral Universitario, conformado por 5 profesores titulares y 5 estudiantes electos por cada una de las 10 facultades, además de 5 profesionales por cada uno de los 14 colegios profesionales. Es predecible que, con el tiempo, este sistema evolucionará a la formación de coaliciones de poder para atraer recursos, privilegios y favores, a cambio de su voto. Los beneficios que la coalición obtenga estarán en proporción a su capacidad de movilizar votos. Por otra parte, los candidatos a la rectoría tienen que convencer a las coaliciones de que pueden brindar los beneficios que esperan y responder a sus intereses. El proceso se blinda en un aura de ideales y objetivos nobles, como calidad educativa, ciencia y búsqueda de la verdad, inclusión e igualdad. Sobre todo, defender la autonomía.
Con el Cuerpo Electoral Universitario definido, la elección del rector de la Usac para el período 2022-2026 se programó para el 27 de abril, en las instalaciones del Musac. Antes de que iniciara el evento, un grupo de estudiantes y Jordán Rodas, uno de los candidatos, se apostaron afuera de las instalaciones, denunciando fraude en el proceso. Luego se presentó un grupo de encapuchados, supuestamente estudiantes, armados con palos y otras herramientas, que tomaron el lugar con violencia y lograron suspender el proceso. Sabían lo que hacían, revelando más vocación gansteril que estudiantil.
Los estudiantes tienen casi 30% de los votos para elegir al rector. Son los beneficiarios directos del sistema, con acceso a educación superior a muy bajo costo, prácticamente gratuita; ¿la rectoría es un concurso de popularidad entre estudiantes? Son, por definición, influenciables; para eso están allí. Los catedráticos tienen incentivos para acuerpar al candidato que favorezca su posición y esfera de acción. Es objeto de discusión que el actual procurador de los Derechos Humanos se presente como candidato a la rectoría mientras detenta su posición. Podrá ser legal, pero tiene tinte de ser inmoral para un magistrado de conciencia remunerado con fondos públicos.
Quizás sea un rudo despertar que provoque cambios, reencauce la visión, objetivos y forma de operar. Las organizaciones que progresan y prosperan, sea un ejército, universidad, empresa comercial o banda musical, tienen capacidad de identificar y reconocer sus errores, aprender de ellos y corregir ruta. Las organizaciones incapaces de ello pueden sobrevivir si su fuente de sustento no está sujeta a su rendimiento y resultados. Este es el caso de la Usac; sus ingresos no dependen de su efectividad y eficiencia, capacidad para evolucionar y producir resultados, sino de un artículo en la Constitución que garantiza sus ingresos. Esto crea incentivos mal alineados.
La forma en que se realizó la reciente elección no es causa del problema; es síntoma.