ESCENARIO DE VIDA
La CSJ dictó contra el Reglamento de Transgénicos
He escrito varios artículos sobre la entrada de los transgénicos en Guatemala, asunto sumamente preocupante para nuestro país. No obstante, la buena noticia es que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) ha dictado sentencia de amparo, dejando en suspenso el Reglamento de OVMS o Transgénicos. Es un alivio, ya que finalmente se escuchó la “oposición total” a dicho reglamento por las siguientes razones:
Debido a las grandes afectaciones que tiene para la biodiversidad, el Reglamento venía a transgredir los derechos de los pueblos indígenas que por centurias habían resguardado sus semillas. Esto es debido a que los indígenas y campesinos son los dueños y guardianes de los conocimientos ancestrales que han preservado las semillas y la biodiversidad. El Reglamento negaba la libre determinación de los pueblos indígenas que pueden y deben incidir sobre la utilización que se les da a sus recursos. A Dios gracias, por la falta de requisitos esenciales para una consulta a pueblos, quedó en receso dicho reglamento. Eso sin contar la violación de los principios de Derecho Internacional en materia ambiental, que afectaba aún más.
' El Reglamento venía a transgredir los derechos de los pueblos indígenas.
Vida Amor de Paz
En el 2014 se logró la derogatoria de la Ley para la Protección de Obtenciones Vegetales (conocida como Ley Monsanto), pues se determinó lesiva. Luego intentaron con un reglamento. A pesar de estas razones interpuestas por la Red Nacional por la Defensa de la Soberanía Alimentaria en Guatemala (Redsag), el Ministerio de Economía hizo caso omiso a ellas y no respondió a las peticiones formuladas, por lo que, acto seguido, la Redsag presentó un recurso ante la CSJ, por silencio administrativo.
A tres años de esa lucha, por fin Redsag recibió respuesta, y ahora la Corte Suprema de Justicia ha dictado sentencia de amparo, obligando al Mineco a resolver dichas oposiciones en un plazo de siete días, dejando sin vigencia el mencionado reglamento. El proceso por la defensa de la soberanía alimentaria de los pueblos continúa y, por ende, se hace un llamado a todos los sectores a respaldar las acciones en contra de los transgénicos.
A veces parece que estamos ciegos y sordos, pues vemos el daño que los transgénicos han venido ocasionando a la salud de millones de personas alrededor del mundo. Sin ir tan lejos, vemos el deterioro que está sufriendo la salud de los estadounidenses, quienes consumen un gran porcentaje de alimentos transgénicos que se venden a diestra y siniestra en los supermercados. Cuando el comprador finalmente ve y entiende el daño que le están ocasionando, va en búsqueda de productos orgánicos, pero los encuentra en supermercados, a un precio exorbitante.
Hay extranjeros que se vienen a vivir a Guatemala y ven la transformación en su salud, pues consumimos alimentos orgánicos, y agradecen que exista un país donde los campesinos aún cosechen productos libres de contaminantes.
Hemos venido desestimando la forma de proteger nuestras semillas y medicinas naturales, y ya es hora de que reconozcamos el bien que nos hacen. Recordemos que los pueblos indígenas tienen derecho a mantener, controlar, proteger y desarrollar su patrimonio cultural, sus conocimientos tradicionales y sus expresiones culturales. Eso redunda en beneficio de toda la población guatemalteca.
Sin este reglamento en vigencia, los transgénicos ya no podrán entrar por la puerta grande a Guatemala. Recordemos que contienen porciones genéticas inestables y han sido creadas con genes de resistencia a antibióticos y a herbicidas. El Popol Vuh reza que el maíz es sagrado para los pueblos originarios, por lo que permitir los transgénicos es inadmisible.