Pluma invitada
Invertir en las mujeres, una inversión inteligente
Cuando las mujeres tienen oportunidades, acceso a recursos, activos productivos y participan en la política, mejoran sus vidas, la gobernabilidad y la economía de los países.
El Día Internacional de la Mujer 2024 nos recuerda la importancia de invertir en los derechos de las mujeres para acelerar la igualdad. En Guatemala, esta inversión es más urgente que nunca.
Es hora de unir esfuerzos para financiar los derechos de las mujeres, erradicar la pobreza y acelerar el desarrollo del país.
Las mujeres constituyen el 52% de la población guatemalteca, pero este porcentaje no se refleja en su participación y representación en los espacios de la vida política, económica y social del país porque todavía existen brechas y barreras para su inclusión. En Guatemala, según el Índice Global de la Brecha de Género del Foro Económico Mundial, las mujeres tienen un 34.1% menos oportunidades que los hombres en la economía, la política, la educación y la salud. La falta de oportunidades se acompaña de cifras alarmantes de violencia: solo en 2023, según el Observatorio de la Mujer, se reportaron 45,436 víctimas de violencia, 240 femicidios y 1,982 alertas de mujeres desaparecidas.
Según la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos de 2022, la participación económica de las mujeres en Guatemala es de solo el 43.3%, y su salario promedio es un 17.8% menor que el de los hombres. Muchas de ellas están fuera del mercado laboral por la carga en las tareas de cuidados, a los que las mujeres en Guatemala dedican en promedio casi 5 horas diarias. En la política, la subrepresentación es evidente: solo el 20% de los escaños del Congreso son ocupados por mujeres, y solo el 3.5% de las alcaldías son lideradas por ellas. De las 33 diputadas, solo 1 es indígena, y de las 12 alcaldesas, solo 1 es indígena.
Ante este panorama es urgente un marco de acción conjunta para invertir en las mujeres. Cuando las mujeres tienen oportunidades, acceso a recursos, activos productivos y representación en la vida política, no sólo mejora la calidad de sus vidas y la de sus familias, sino que también se fortalece la economía y la gobernabilidad de los países. Está demostrado, por ejemplo, que el acceso de las mujeres a financiación y a puestos públicos tiene un impacto directo en la mejora de servicios como la educación, la salud o la alimentación, entre muchos otros, contribuyendo así a la erradicación de la pobreza y al impulso del crecimiento económico.
Por ello es clave abordar los diversos obstáculos que impiden la participación de las mujeres en espacios de toma de decisión y la vida pública, como los asociados a la discriminación, que particularmente afecta a las mujeres indígenas, incluyendo la falta de acceso a oportunidades para generar ingresos propios y a fomentar su empoderamiento económico.
Este 8 de marzo representa una oportunidad para unir esfuerzos y crear una propuesta de inversión y acciones afirmativas para impulsar los derechos de las mujeres. Las recomendaciones finales del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer al 10 Informe Periódico de País señalan una ruta clara para consolidar alianzas entre el sector público y privado, la ciudadanía y otros actores políticos importantes, incluyendo la cooperación internacional.
En el Día Internacional de la Mujer, afirmamos que invertir en las mujeres es invertir en el estado de derecho y la paz, en una Guatemala más justa, más igualitaria.