PLUMA INVITADA
Insólitos sucesos en coyuntura de El Estor
Guatemala es sacudida a diario por impactantes acontecimientos como la reciente tragedia registrada en la aldea Semuy 2, El Estor, Izabal, por narcotraficantes extranjeros que abusan desde hace años de nuestro cielo, tierra y mar —con apoyo o indiferencia de algunos gobiernos—, donde fueron asesinados los militares Carlos Mayén Cabrera, Isaías Beleu Caal y César Ceb Tun; tres heridos y dos más encontrados después. Confusas versiones y sindicaciones a favor o en contra por personas y autoridades involucradas, con participación de vecinos armados ilegalmente, supuestamente apoyados por narcos.
' ¿Guatemala es una bella nación libre, soberana e independiente?
Jaime Córdova Palacios
Fue sorpresiva reaparición del exjefe guerrillero César Montes —Julio César Macías López, nombre de pila—, residente en una aldea de Cobán o en Amatitlán, con actual orden de captura y perseguido por las autoridades, quien hizo declaraciones de manera súbita acerca de este violento suceso. El contundente anuncio del ministro de Gobernación, Enrique Degenhart, de combatir inmediata y rigurosamente a tan poderosos narcotraficantes —quizá un poco tarde, pero oportuno—.
El estado de Sitio durante 30 días impuesto por el Ejecutivo en 22 municipios de seis departamentos y aprobado por apretada mayoría de diputados.
El pueblo confundido no sabe a quién creer; sin embargo, el peso de la ley debe caer tarde o temprano sobre los responsables de esta y otras tragedias que marcan inconstitucionalidad, como sucede tradicionalmente en el país. La ciudadanía urge en recuperar su confianza en las autoridades, exigiendo a la vez castigo a los enemigos de la patria responsables de constantes y abundantes ilegalidades. El Ministerio Público, el Ministerio de la Defensa, la Policía Nacional Civil y demás entes investigadores están obligados a emitir pronto sus veredictos, pero hasta la fecha la situación continúa sin resultados concretos.
Sorprende el silencio del gobierno de los Estados Unidos, que interviene constantemente en diversos asuntos internos y externos de una Guatemala dominada, sin evitar el diario paso de droga hacia su gran nación. Algunos gobiernos han mostrado una irresponsable indiferencia ante esta ilegal acción.
Extraña sobremanera la emboscada a estos patrulleros militares que caminaban aparentemente tranquilos, no obstante la delicada investigación que desarrollaban en terrenos por demás peligrosos, cuando debieron ir alertas, fusil en mano, listos para disparar contra malhechores o en defensa propia, pues ha sido tradición que jefes y miembros de las fuerzas armadas del país sean expertos estratégicos. Inaudita sorpresa de que esa abandonada zona esté habitada por integrantes de diferentes antiguas facciones clandestinas que combatieron contra el Ejército hace algunos años.
Las últimas noticias señalan que en esa región ocurrió un nuevo choque armado, con muerte de un narcotraficante y otro herido. Captura de un ciudadano ruso y su guardaespaldas colombiano, sin explicar por qué residen en tan apartado lugar. Cuantioso decomiso de armamento de grueso calibre. Detención de ocho sujetos armados sin autorización alguna. Existencia de diversas pistas clandestinas en fincas, sin captura de sus dueños. El constante aterrizaje de narcoavionetas cargadas con drogas, derribadas, accidentadas o incendiadas.
Lo inexplicable, la existencia de un destacamento militar en tan problemático lugar. Los guatemaltecos, mientras tanto, festejan la independencia de la patria.