IDEAS
¿Hubo fraude?
Cuando usted lea este artículo probablemente habrán terminado todas las audiencias de revisión que hicieron las Juntas Electorales Departamentales (JED), por orden de la Corte de Constitucionalidad (CC). Quizás también ya habrán terminado de revisar el 100 por ciento de las actas en el sitio fiscaldigital.net. A como pinta el panorama, por lo menos con esta revisión no cambiarán mayor cosa de los resultados de las elecciones.
' Solicito a todas las JED que publiquen los datos de las actas #4 en hojas electrónicas para que cualquiera las pueda bajar y hacer sus propios cálculos.
Jorge Jacobs
Muchas personas aún albergan dudas de los resultados, aunque pienso que si hubo “interferencias” en las elecciones fue en otras instancias y no en el recuento de votos en las Juntas Receptoras de Votos (JRV, más conocidas como “las mesas”). Este sistema, que se mantiene hasta la fecha “a mano” es muy difícil de manipular, pues se requeriría involucrar, no solo a varias decenas de miles de voluntarios que conforman las mesas, sino a una cantidad todavía mayor de fiscales de los partidos políticos. Esto es virtualmente imposible, hasta para la más fantasiosa “teoría de la conspiración”, especialmente porque entre los fiscales de los partidos políticos se ven como rivales en la contienda política. Entonces, que todas esas personas se hayan confabulado para dar resultados en las mesas distintos a los votos de los ciudadanos, simplemente “no es computable”.
Pero quedan otros espacios en los que pueden surgir dudas, siendo el principal la “suma” de los votos que se hizo a través del sistema de procesamiento de la información, el infame y exorbitantemente caro Trep. Pero eso también se puede dilucidar fácilmente. Desde hace un par de días lo he venido diciendo en mi programa de radio en Libertópolis, y ahora lo hago a través de este medio: solicito a todas las JED, ya que ahora tuvieron que hacer una tabulación de todas las actas Número 4, que publiquen esos datos en hojas electrónicas que cualquiera pueda bajar y hacer sus propios cálculos. De esa manera se podrá tener a decenas, si no cientos o miles de ciudadanos verificando que las sumas de los votos recibidos por cada partido cuadren con los resultados que publicados por las JED y por el Tribunal Supremo Electoral (TSE). No debería haber mayor problema de pasar la información que recopilaron de todas las actas a una vil hoja electrónica, si es que no la tienen ya en ese formato. Publicarlas en el Internet tampoco es gran ciencia. Esto haría una gran diferencia para transparentar todavía más los resultados.
El TSE también tiene la responsabilidad —obligación, diría yo— de escanear las actas originales —no los duplicados que se escanearon la noche de las elecciones—, para que aún se pueda dilucidar de mejor forma que los datos que se subieron a los sistemas, coincidan con lo que los guatemaltecos votaron. Mi impresión, hasta ahora, es que, luego de todas esas verificaciones, se tendrán resultados muy similares a los actuales y que, si mucho, cambiarán algunas alcaldías y quizá alguno que otro diputado.
Si me preguntan, la verdadera “manipulación” se dio en el proceso de inscripción de candidatos. Algunos atribuyen a una supuesta “mente maestra” que manipuló al TSE para que sacara de la contienda a los “rivales incómodos”. Si esto es cierto, reafirma mi convicción de que las “teorías de la conspiración” no funcionan. Y no funcionan porque es imposible prever todas las ramificaciones y decisiones que tomarán las personas, a raíz de la supuesta manipulación de los “titiriteros”. En este caso, la dichosa “mente maestra” tomó todas las decisiones equivocadas, sumiendo al país entero en el caos que hemos vivido los últimos meses.
Por eso insistí desde el principio que se debía dejar que compitieran todos los candidatos y fuera la población la que decidiera. Si es cierta la “manipulación”, por tratar de manipular los resultados a través de ser “selectivos” con los candidatos, les salió el tiro por la culata. Espero que se hayan aprendido las lecciones.