Escenario de vida

Guatemala impactando en la COP16 de Colombia

El manejo comunitario de bosques en Guatemala parecía insólito, pero ha demostrado que funciona.

Hablar de las COP es hablar de cumbres mundiales donde se reúnen miles de expertos en temas diversos que tienen que ver con la naturaleza y el futuro del planeta. Y ese fue el caso del evento celebrado en Cali, Colombia, denominado COP16, que está a punto de finalizar, y que fue dedicado a la “Paz con la naturaleza”.

El involucramiento de poblaciones indígenas, comunidades locales, mujeres y jóvenes dentro de la COP 16 fueron vitales.

Esta es la primera vez que líderes y sociedad se unen para un tema tan importante relacionado con la biodiversidad, después de que se adoptó el Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal (MBB) en diciembre del 2022, siendo un acuerdo internacional que busca proteger y restaurar la biodiversidad a nivel mundial hasta el 2030.

Las COP se celebran dentro de centros de convenciones, con decenas de miles de personas circulando en los pasillos, haciendo contactos, asistiendo a reuniones y exposiciones y buscando conectar con financistas que puedan ayudarles a solventar el problema de la pérdida de biodiversidad en sus países de origen. Y fue allí donde Guatemala tuvo su protagonismo y se enfocó en el trabajo de las concesiones forestales del Petén de Acofop, pues sin ellos ya no existiría la Reserva de Biósfera Maya. Entre los participantes y asistentes también estuvieron personeros de la Dirección de Bosques, Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos y Asojuntas Cartagena del Chairá. El involucramiento de poblaciones indígenas, comunidades locales, mujeres y jóvenes, dentro de la COP 16 fueron vitales.

En un “side-event” o evento paralelo, denominado “Las concesiones forestales de Guatemala: 25 años de conservación y uso sostenible mediante la participación, el empoderamiento social e intercambio de experiencias”, los espectadores pudieron apreciar el maravilloso ejemplo de los comunitarios que desde hace 25 años han creado un modelo de concesiones que ha ganado premios mundiales y que ahora será replicado en Colombia y puede que en muchos otros países.

Debemos, por lo tanto, sentirnos orgullosos del protagonismo de Guatemala que, a pesar de nuestros retos y vicisitudes, inspiremos al mundo con un maravilloso ejemplo. El Conap, siendo el punto focal del Convenio de Diversidad Biológica y los Protocolos de Cartagena y Nagoya, presentó la posición de país que refleja nuestros compromisos, prioridades y perspectivas e hizo énfasis en la necesidad de financiamientos para promover la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad.

Tanto la ministra de Ambiente y Recursos Naturales Patricia Orantes, en conjunto con el secretario ejecutivo del Conap, Igor De La Roca, y el director ejecutivo de Acofop, Marcedonio Cortave, lograron plasmar en sus discursos la contribución del manejo sostenible del bosque para el bienestar de las comunidades, contribuyendo a la reducción de la deforestación del país. Se enfatizó que el uso sostenible de los productos forestales —maderables y no maderables— dentro de la Reserva de la Biósfera Maya, es una estrategia de mejoramiento y conservación de los bosques y sus servicios ecosistémicos, como el agua, flora, fauna entre otros.

El manejo comunitario de bosques es algo que parecía insólito al principio, pero que al final de cuentas ha logrado demostrar que funciona, pues brinda a las comunidades beneficios en la mejora de la calidad de vida y oportunidades de desarrollo. Ahora falta ver si podemos acceder al financiamiento de US$20 millones que fue anunciado en la COP 16 proveniente de países desarrollados para países en vías de desarrollo. Este fondo le llegará de perlas a muchos de nuestros países, y ojalá nos ayude cumplir con las metas, considerando la hoja de ruta como “ambiciosa, necesaria y urgente”.

ESCRITO POR:

Vida Amor de Paz

Presidenta de la Fundación del Bosque Tropical. Directora general de Planeta Verde Televisión. Presentadora de Los secretos mejor guardados, de Guatevisión. Recorre el mundo filmando en cinco continentes. Es graduada de la Universidad Panamericana, en Periodismo.