LA BUENA NOTICIA
Gobiernos van, gobiernos vienen…
…y en el aire se detienen, pues jamás llegan a la realidad de la gente. En los próximos días es el relevo de un gobierno que andaba por las nubes, “como a 20 mil metros de altura”, por otro que desde que fue electo no ha dado señales creíbles para gobernar en favor del pueblo; más bien parece que gobernará para las mismas elites empresariales, políticas y militares, que son las roscas que los alejan del pueblo, especialmente de campesinos e indígenas, obreros y migrantes, jóvenes y mujeres. Todo indica que será un reacomodo del sistema corrupto vigente, simbolizado en el paso de “Jimmy a Gimmittei”. Una causa de nuestro subdesarrollo está en la corrupta clase política que nos ha gobernado, desde cuando EE. UU., en contubernio con la derecha liberal-fascista, derrocó a Árbenz. Esa misma alianza infernal mató la primavera del 2015, gracias al trabajo del MP, que enfrentó a los intocables con el empeño de la Cicig. Los mismos que han boicoteado los acuerdos de paz durante 23 años. Por fin concluye este gobierno que fue una pesadilla, pues “las amenazas” a la institucionalidad, la estabilidad y el desarrollo del país vinieron de su pésima gestión. Hemos estado en peligro por su actitud temeraria respaldada por diplomáticos acoplados a la derecha racista y fundamentalista.Sabotearon “la soberanía”, al no responder al mandato recibido en las urnas y al violentar la institucionalidad. Violaron la Constitución y pusieron “en riesgo la gobernabilidad, la seguridad, el orden público y la paz”, al dedicarse a defender a las mafias de su partido y a sus aliados en el Congreso, a los recluidos en Mariscal Zavala y los prófugos. Su interés fue defender a las elites agrupadas en el Cacif que financian ilícitamente campañas electoreras, a militares que acuerparon a Jimmy y ahora lo premian, y al gobierno de Trump, que lo respaldó para expulsar a la Cicig.
' Prefirió el mundo oscuro y hediondo de los corruptos y desde ahí alentó la confrontación.
Víctor Ruano
Con gobernantes así los pueblos van a la ruina. Fue incapaz de defender el estado de Derecho porque promovió la impunidad y debilitó las instancias de justicia; no contribuyó a la paz al desmantelar a la PNC y favorecer a los militares, al disminuir la cobertura educativa e incrementar la desnutrición de la niñez, al aumentar los índices de pobreza y flujos migratorios. Fue incapaz de proteger y promover a su pueblo por la senda de la justicia y la paz. Mejor oportunidad no podía darle la historia, después de aquellas manifestaciones pacíficas y preñadas de esperanza que llenaron las plazas. No escuchó el clamor del pueblo que confió en él. Prefirió el mundo oscuro y hediondo de los corruptos y desde allí alentó la confrontación, división y polarización; criminalizó a líderes sociales, a la prensa independiente y se burló de quienes pensaban diferente. Su soberbia no le permitió reconocer que llegó a ser el Presidente gracias al trabajo de la Cicig y el MP. 4 años perdidos. Seguimos en manos de criminales, ya sea por la penetración del crimen organizado como por una clase política corrupta e incapaz para gobernar. Retrocedimos en la libertad de expresión y de prensa, perdimos la ruta del desarrollo social, las instituciones democráticas se debilitaron, fracasamos en la lucha contra la corrupción y la impunidad, se boicoteó el esfuerzo por una justicia pronta y cumplida, miles huyendo a EE. UU. por la pobreza e inseguridad. Internacionalmente perdimos. Hoy nos ven con desdeño por la mediocridad con que se manejó la política internacional, tiraron al carajo la soberanía nacional al entregarse servilmente a los caprichos de Donald Trump y convertir en Tercer País Seguro nuestro territorio; trasladaron la embajada de Guatemala de Tel-Aviv a Jerusalén para congraciarse con los fundamentalismos religiosos y sectores militares genocidas, con el agravante de azuzar el conflicto en Oriente Medio entre judíos y palestinos; ofendieron a países amigos que nos han apoyado para el desarrollo, la paz y la justicia como Suecia y Alemania, Colombia y Canadá, entre otros; impulsaron una diplomacia de compadrazgos… ¡Un fracaso!