Globalista keynesiano
La teoría del desarrollo como crecimiento económico es la guía del ejecutivo.
Caracterizar al gobierno es importante. El presidente Bernardo Arévalo de León, en reciente entrevista en una reunión del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), ofreció sus posiciones ideológicas en forma sintética.
El instrumento principal de gobierno es la ampliación del gasto público con supervisión, para evitar peculado y, aunque no lo dijo, ayudado con endeudamiento externo. En la Teoría general del empleo, el interés y el dinero, esa era la recomendación de John Maynard Keynes. El economista acusaba al sector privado de incapacidad para generar demanda por sí solo. Se necesitaba la contratación de empleados públicos y obligar al sector privado a subir salarios.
El progreso en salud, educación y seguridad se mide por incremento de personal. Arévalo de León los llama logros de profundidad transformativa. La enseñanza mejora con más docentes: cuatro mil en secundaria y tres mil 500 en primaria. Crecieron el bono del adulto mayo y el bono campesino, para hacer más productiva a la agricultura del minifundio sin explicar razón. Además, la seguridad se amplía con seis mil nuevos agentes y espera 12 mil más, para tener un aproximado de 60 mil agentes de la PNC. Si se suma con los agentes municipales, resulta un contingente policial elevado.
El aparato judicial está en manos de élites político-criminales, afirmó. Aunque no refirió emprender ninguna acción por prevaricato, exteriorizó buscar el control de los espacios judiciales: Fiscalía y juzgados. Calificó a los magistrados recién elegidos como sustancialmente mejores, a pesar de provenir de la carrera judicial la totalidad de los nombrados en la Corte Suprema de Justicia y la mitad en las salas de Apelaciones. O sea, son los mismos anteriormente presentes en el Poder Judicial.
El apego al globalismo interfiere y pervierte el fortalecimiento de la democracia participativa.
Acusa al Ministerio Público de agresividad en su contra, probado por la persecución de sus compañeros de partido. Aunque busca la destitución de la fiscal general, Consuelo Porras, parece conformarse si fracasa, a la espera del cumplimiento del período legal en mayo de 2026. Basta un nuevo profesional para la perfección. El entrevistador lo aplaudió al poner como buenos ejemplos a los dirigentes globalistas empeñados en el control del Organismo Judicial, sin ninguna consideración del equilibrio de los poderes en un Estado democrático de derecho.
Ha entablado un diálogo oficial y formal con los llamados pueblos originarios. Se reúne cada tercer jueves de mes para discutir agendas de desarrollo. Ha firmado nueve propuestas a la espera de evaluar su pertinencia. También acepta las sugerencias de nombramientos en empleos públicos. No mencionó a la Secretaría de Planificación ni consideró duplicar el sistema de Consejos de Desarrollo. No estima que se esté fraccionando el diálogo nacional, pues lo considera con estancos; uno es la comunicación por internet, pues solo involucra al 2 % de la población, afirmó. Además, tiene armados grupos focales, sin revelar número ni temas.
No olvida a la representación nacional porque encontró una fórmula para conseguir leyes, cuyo balance se puede efectuar en el cuarto año de gobierno, a pesar del alto fraccionamiento del Congreso. Manifestó su adhesión a la paridad de género; por lo tanto, parece sugerir una candidata presidencial en la próxima elección.
En suma, se puede calificar al gobierno como una expresión de la corriente globalista internacional, con un programa económico keynesiano, en el marco del impulso de políticas públicas fraccionadas. Según el mandatario, él opera en una situación no revolucionaria, distinta del momento cuando su padre ocupó la primera magistratura.
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