La historia del Ferrocarril de Los Altos fue investigada, entre otras fuentes, a través de la Hemeroteca Nacional, para conocer lo que la prensa de la época dio a conocer.

María Olimpia Ochoa Rabanales de Barillas realizó la investigación titulada Historia del Ferrocarril Nacional Eléctrico de Los Altos. Quezaltenango-San Felipe, 1902-1936, tesis Escuela de Historia de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Nueva Guatemala de la Asunción, octubre de 1995. 136 pp. Seguidamente, extractos de la investigación.

El 30 de marzo de 1930 se inauguró el servicio y en el mes de abril hubo un tráfico intenso; la época vacacional y religiosa de Semana Santa, el deseo de conocer la ruta, los pasajes y fletes baratos, todas esas circunstancias crearon expectativas de éxito, de manera que el 11 de abril el ministro de Fomento, coronel Daniel Fernández Figueroa, habló de un estudio para la compra de más carros, en atención a la demanda de servicio. Lamentablemente fue solo un corto tiempo, porque debido a una serie de circunstancias la demanda bajó.

El funcionamiento del servicio iba mal desde los primeros meses. Para la Hacienda Pública era entonces uno de los problemas de más difícil solución y el primordial. La memoria de Fomento de 1930 textualmente dice lo siguiente: (página 4) Este servicio ha sido hasta la fecha un verdadero fracaso considerado bajo el punto de vista económico, y las utilidades que hoy presta no compensan los enormes sacrificios que exige constantemente del Estado.

El ingeniero Albert Pons, gerente de la empresa, hizo el primer reajuste presupuestario, (página 56) que permite apreciar lo elevado de las erogaciones, para un ferrocarril que únicamente recorría 44 kilómetros de distancia, conforme indica la memoria de Fomento del año 1931 (página 76).

Se justificaba la reducción en el presupuesto, porque como consecuencia de la crisis (originada por la Gran Depresión) y aletargamiento de la agricultura, disminuyeron los servicios de flete y pasajes.

El general Jorge Ubico, al asumir la Presidencia el 14 de febrero de 1931, tomó cartas en el asunto. El presupuesto se redujo en 15% de Q11,213.69 mensuales a Q9,557.00, conforme acuerdo del 22 de mayo de 1931.

En el presupuesto del 7 de octubre de 1931 continuó la disposición gubernativa de reducir los gastos, estableciéndose el nuevo presupuesto en la cantidad de Q7,365.97, conforme lo publicó el Diario de Centro América en la página 3 ese mismo día.

El presupuesto de 1932 se reajustó con solo 128 trabajadores.

Los estados de resultados que contienen los ingresos y gastos correspondientes a los años 1930, 1931 y 1932 se encuentran en las memorias de Fomento de cada año. Sin embargo, los correspondientes al año 1933 no fueron elaborados porque el gerente, ingeniero Wunsch, despidió a los trabajadores en octubre de 1933.

Bicentenario de la Independencia: Miguel García Granados (1871-1873) gobernó casi dos años. Expulsó al arzobispo doctor Bernardino Piñol y Aycinena y al obispo Mariano Ortiz Urruela. Extinguió los conventos de San Francisco, La Recolección, Santo Domingo y el de los bethlemitas de la Antigua Guatemala. Delegó la presidencia en J. Rufino Barrios (marzo 1872). Este último, mediante decretos, declaró extinguida la comunidad religiosa de los padres de la Compañía de Jesús y la comunidad de padres congregantes de San Felipe Neri. Fue una expropiación sin compensación económica. Para conocer lo que hicieron los presidentes en 200 años, se sugiere el libro Política económica de 50 presidentes de Guatemala (1821-2021), de mi autoría.