Godot ha llegado

Frente regional

La creación de un frente regional para encarar el desafío de la política exterior de Estados Unidos durante el gobierno de Trump dependerá del liderazgo de sus miembros.

Está de más decir que el regreso de Donald Trump tendrá cambios geopolíticos que afectarán directa o indirectamente a Latinoamérica y el Caribe. Por un lado, resulta triste que las amenazas de Trump sean necesarias para que existan reacciones proactivas de parte de nuestros líderes para atender las causas de fondo de la migración como la falta de oportunidades económicas y laborales en la región, así como los altos niveles de inseguridad.

Pareciera que de haber ganado las elecciones Kamala Harris nadie haría mayor cosa. Por otro lado, el regreso de Trump representa una oportunidad valiosa para Latinoamérica y el Caribe de retomar proyectos regionales que busquen atender problemas comunes que no solo son de nuestro interés, sino también del de Estados Unidos.

El primero en dar un paso adelante fue Nayib Bukele con su propuesta de una Liga de Naciones junto al presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves. Si bien no hay una visión concreta de cómo funcionaría esta liga, la intención es la que cuenta, pues apunta al liderazgo que Bukele quiere tomar en Centroamérica. Ahora el turno es de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, que solicitó una reunión de cancilleres de la región para encarar el plan de deportación masiva que Trump prometió en campaña. Sheinbaum se comunicó con la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, que ocupa la presidencia pro témpore de Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), para que haga dicha convocatoria.

Es importante señalar que los procesos de regionalismo, así como sus principales organismos se encuentran en coma inducido por sus Estados miembros.


Es importante señalar que los procesos de regionalismo, así como sus principales organismos, como la Organización de Estados Americanos (OEA), la Celac y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se encuentran en coma inducido por sus Estados miembros. Esto se debe a la crisis del sistema liberal internacional, la preponderancia de las agendas nacionales por encima de problemas regionales y ,principalmente, a la falta de liderazgo de estos. El caso más notable de todos es el de Unasur, fundada en el marco del socialismo del siglo XXI, liderado por Hugo Chávez y que buscaba la creación de organismos regionales que no contaran con la participación de Estados Unidos, idea que fue del agrado de presidentes como Néstor Kirchner, de Argentina, y Lula da Silva, de Brasil, en ese entonces. Unasur fue constituida oficialmente en el 2008, y 10 años más tarde seis Estados miembros suspendieron su participación por la falta de resultados de la misma. Ya no había quien liderara a la misma y, por lo tanto, se tomó la decisión correcta de mandarla a reposar.


La OEA depende fuertemente del papel que juega Estados Unidos en la misma, por su financiamiento y por la agenda impositiva que dicho país tiene en la organización cuando hay algún tema que le interese. El caso de la Celac es importante porque, al contrario de Unasur, sigue vigente, aunque con poco impacto. La misma fue fundada por Hugo Chávez y Lula da Silva, quienes, en su momento, fueron protagonistas del regionalismo de Latinoamérica y el Caribe, pero esos tiempos ya pasaron y hoy en día la región se encuentra más dividida que nunca. El éxito que pueda tener un frente regional ante los desafíos de la política exterior de Donald Trump como ante cualquier otro reto dependerá de la capacidad y liderazgo de quienes ocupen los asientos de piloto de dicho frente. Por el momento, Claudia Sheinbaum y Nayib Bukele han levantado la mano, pero el tiempo dirá si deciden ejercer ese liderazgo o el peso de sus agendas nacionales los sobrepasa. Igual de importante será en dónde se posiciona Guatemala, que tiene un papel geopolítico importante por naturaleza, pero lleva años de no asumirlo. ¡Feliz domingo!

ESCRITO POR:
Roberto Wagner
Licenciado en Relaciones Internacionales por la UFM. Maestría en Relaciones Internacionales con especialización en Geopolítica (Warwick University, Reino Unido). Exdiplomático, profesor universitario, columnista, consultor y analista político independiente.

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