El jefe político de Retalhuleu, Jorge Ubico, publicó la Memoria presentada al Ministerio de Gobernación y Justicia de los trabajos de saneamiento llevados a cabo para combatir la fiebre amarilla por la Jefatura de Sanidad del Litoral del Pacífico, Talleres Tipográficos de El Adelanto, Retalhuleu, 1919, 94 pp. A continuación, un extracto y entre paréntesis número de página.

Con fecha 30 de marzo de 1918, se nombró a un inspector de Sanidad y se equipó una cuadrilla sanitaria compuesta de 10 hombres. Se organizaron tres pelotones de presos, que se encargaron de la poda de árboles, limpieza de sitios públicos y de algunos vecinos faltos de recursos o de brazos para hacerlo por sí solos. Se procedió a nombrar a 74 comisionados por manzana. Se dio orden a los alcaldes auxiliares y fincas de la jurisdicción para que dieran parte inmediatamente de los enfermos. Se ordenó al director de la policía urbana prestara su colaboración inmediata (10).

En total, hubo 255 fallecidos de casos confirmados de fiebre amarilla desde febrero al 12 de diciembre de 1918, así: Retalhuleu, 66; Suchitepéquez, 32; Quetzaltenango, 66, de los cuales 57 en Coatepeque; San Marcos, 17; Escuintla, 74. No todas fueron malas noticias, porque fueron curadas 354 personas, el 58% de 609 clasificados, como los denomina el informe (47).

El jefe de Sanidad, autor del informe, imprimió en forma de hoja suelta un conjunto de medidas higiénicas y profilácticas de fácil compresión, sin ser alarmista.

El 17 de abril, Manuel Estrada Cabrera, presidente de la República, emitió el acuerdo por el cual nombró a los doctores Salvador Ortega, Máximo Santa Cruz y al farmacéutico licenciado Pedro Arenales para que pasaran a las zonas de Mazatenango, Retalhuleu, Ayutla —hoy Tecún Umán— y Malacatán, para observar cuidadosamente los casos que se habían presentado y a combatir el desarrollo de la epidemia (11).

Se dictaron otras disposiciones, tales como la construcción de lazaretos, aislamiento de enfermos e inspección de pasajeros. Se hizo obligatorio el uso de mosquiteros en los hoteles, mesones y casas de huéspedes, además de exigir fuesen protegidos con telas metálicas puertas y ventanas. Se dieron conferencias para vulgarizar los conocimientos sobre profilaxia contra la fiebre amarilla, medio de contagio, estudio del zancudo Stegomya fasciata, teniendo a la vista algunos ejemplares, y uso de termómetro. Se dieron disposiciones para velar por la sanidad pública, incluyendo el no dar permiso para celebrar ferias, reuniones, bailes, zarabandas y velación de cadáveres. Asimismo, se repartió azufre a los habitantes de las manzanas con alguna casa infectada, para siete días, para ser quemado conforme instrucciones (12-14).

Por medio de las municipalidades de San Felipe y Pueblo Nuevo, se enviaron mozos a traer azufre al Volcán de Zunil para las fumigaciones efectuadas en el departamento de Retalhuleu, habiendo empleado 300 quintales en la cabecera. El azufre utilizado en Escuintla se obtuvo del Volcán de Atitlán (32).

En julio, ingresó a Retalhuleu el primer cirujano del servicio de Sanidad Pública de EUA, quien manifestó estar de acuerdo con las medidas dictadas (33-34).

Bicentenario de la Independencia: Mariano de Aycinena fue jefe de Estado de Guatemala del 1 de marzo de 1827 al 13 de abril de 1829. Sufrió por parte de Francisco Morazán la invasión a Guatemala, el saqueo de bienes y la expatriación del mismo presidente Aycinena, otros funcionarios de Gobierno y personas civiles, incluidos parientes del presidente Aycinena. Las políticas económicas de 50 presidentes de Guatemala (1821-2021), libro de mi autoría, ilustra lo que hicieron los mandatarios en 200 años.