Localizada en Cobán, Alta Verapaz, a 212 kilómetros de la Ciudad de Guatemala, se encuentra una región de exuberante riqueza natural y cultural, también hogar de la Federación de Cooperativas de las Verapaces (Fedecovera). A lo largo de su vida institucional ha sido objeto de varios reconocimientos, como la Medalla Presidencial del Medio Ambiente, y ha sido expuesta como un caso de éxito en la Organización Mundial de Comercio en Ginebra, Suiza.

En la época de la guerra, hace 43 años, la visión y la misión que tenían enfrente era tan distinta a como es hoy. Al final de la década de los 80 empezaron una transición “de lo tradicional a lo empresarial”. De esa forma permitieron recuperar la confianza de sus organizaciones de base, iniciando un proceso de crecimiento ordenado y sustentable. Ahora tienen como principales fuentes de ingresos, los cultivos de café, té y cardamomo.

A partir de 1995 iniciaron su proceso de diversificación que, además, les ha permitido impulsar el cacao, la pimienta gorda y la cúrcuma, todo bajo un enfoque ambiental. En cuanto a la actividad forestal, Fedecovera es el mayor reforestador en Guatemala, habiendo producido más de 42 millones de diferentes especies de árboles que han sido plantados en más de 40 mil hectáreas en el territorio nacional, todo en el marco de una política social, económica y ambiental.

Los miembros de esta organización cooperativista han aprendido a tomar retos y lo han hecho con pasión, especialmente la juventud que ahora está tomando las riendas de dicha organización con el respaldo y guianza de sus antecesores. Muchas niñas que antes se casaban a los 14 o 15 años, ahora buscan ser profesionales y se casan cuando ya tienen una carrera. Conocí a varias de ellas que ahora son exitosas cooperativistas.

Hoy en día, Fedecovera es de las cooperativas de segundo grado más importantes de Guatemala. A lo largo de su historia ha logrado importantes beneficios a través de sus 14 servicios gratuitos a más de 31 mil personas queqchíes y pocomchíes, integrados en las 40 cooperativas asociadas. A pesar de la caída del café, ninguna familia de Fedecovera ha salido lastimada económicamente.

¿Cómo lo han logrado? Los dirigentes tomaron rumbos diferentes con décadas de antelación. El secreto fue la diversificación. No pusieron todos los huevos en la misma canasta, sino que impulsaron otros productos como cardamomo, pimienta gorda, cacao, y productos forestales. Si un producto bajaba, otro se mantenía, y los miembros de Fedecovera, indistintamente, seguían percibiendo dinero de todos los productos y no de uno solo. Es lo que ellos llaman “productos de compensación”. Así nadie pierde y se debe a los valores inclusivos y justos que predican.

Hoy, esta cooperativa brilla a escala mundial por ser la organización número uno en la exportación de cardamomo orgánico. Su fórmula bien podría ser emulada en el resto de países latinoamericanos para generar éxito. Cooperativas como Fedecovera ayudan a disminuir la pobreza en comunidades rurales e impactan positivamente a las más aisladas.

El mérito es ver cómo Fedecovera se atrevió a romper paradigmas y a desafiar los cánones tradicionales, y con aplomo incursionó en el mercado internacional con un éxito rotundo. Fedecovera es maya, la gente se adaptó a los cambios y superaron dificultades.

No se pierda Los Secretos Mejor Guardados, por Guatevisión, hoy sábado 25 de mayo a las 14.30 y 20.30 horas. Comprobará en dicho programa por qué alcanzó tanto éxito esta increíble organización.