Las encuestas de CID Gallup y de Prodatos coinciden en ubicar a Bernardo Arévalo en el primer lugar de preferencias de voto. La primera le da 61% contra el 39% de Sandra Torres, lo que significaría un margen de 22% de diferencia. La segunda plantea un escenario más pronunciado al ubicar al candidato del Movimiento Semilla con 64.9% contra 35.1% de la aspirante de la UNE, que dejaría ver una distancia de 29.8%. ¿Qué habrían percibido los guatemaltecos para decantarse por una opción nueva y no por una que lleva años en el ruedo político? El discurso anticorrupción habría sido el imán que atrajo el interés de los sufragantes a nivel nacional. Los estudios de opinión muestran que tal situación se mantiene en todos los niveles, pese a los ofrecimientos de la UNE que van desde dinero en efectivo, bolsas de víveres, fertilizantes, láminas, becas, hasta parcelas. Se percibiría el cansancio de la ciudadanía por estas prácticas clientelares y la búsqueda de una opción de cambio.

Durante la campaña electoral, varios ministros evangélicos utilizaron el púlpito para pedir a sus fieles el voto a favor de Sandra Torres, quien llegó a ofrecerles la creación de una secretaría de asuntos religiosos. La encuesta de Prodatos pareciera mostrar que el llamado de los pastores no tuvo mayor impacto porque de los evangélicos entrevistados, el 59.3% dijo que votaría por Arévalo y solo el 40.7% lo haría por Torres. En el caso de los católicos, el 71.1% apoyaría al aspirante de Semilla y el 28.9% a la presidenciable de la UNE. En cuanto a grupos etarios, Arévalo se ubica mejor en el segmento de jóvenes entre 18 y 30 años, de los cuales el 69.1% dijo que votaría por ese candidato. En términos de género, la tendencia es similar: entre los hombres, el 68.1% y entre las mujeres, el 62.1% dijeron que votarían por Semilla. En cuanto a nivel socioeconómico, Arévalo se ubica mejor en el segmento BC, con 83.8%, y en segmento D, con 60.2%.

La presidenciable de la UNE buscará por todos los medios posibles revertir la tendencia que le es desfavorable. Se sabe que ha establecido una alianza con el partido Vamos, del presidente Giammattei. Una de las primeras medidas ordenada por el mandatario fue la instrumentalización del Ministerio Público para buscar la eliminación del Movimiento Semilla por medio de inventar un caso penal, así como lanzar una fuerte campaña negra en su contra. En cuanto a las votaciones del próximo domingo, la alianza seguiría la misma estrategia de Vamos en la primera vuelta con la búsqueda del respaldo de por lo menos 200 alcaldes que movilicen gente a los centros de votación, así como el pago por sufragio. Para estos gastos tendrían un mínimo de Q5 millones, provenientes de nuestros impuestos. Además, la UNE habría ordenado a sus fiscales impugnar las mesas electorales donde observen mayor número de votos a favor de Arévalo.

La sombra que proyecta la actuación del presidente Giammattei sobre el proceso electoral ha generado un ambiente tenso por la eliminación de varios candidatos que consideraba incómodos. A eso se agregó la utilización del MP contra el Tribunal Supremo Electoral y Semilla. Aunque el secretario general de la OEA, Luis Almagro, logró una especie de tregua, se sabe que Porras y Rafael Curruchiche volverán con sus acciones espurias contra Semilla, después de la segunda vuelta. Tal situación se percibe en el sondeo de Prodatos. A la pregunta de si el proceso electoral ha sido limpio o transparente, el 69.1% de entrevistados dijo que no. Esa opinión negativa es mayor entre los hombres (72.3%), en la región metropolitana (77.8%) y sobre todo en el nivel socioeconómico ABC (80.3%). De esta forma se evidencia que las acciones de Giammattei para manipular el proceso electoral y burlar la voluntad ciudadana no han pasado por alto entre la población.