Catalejo

Ética, lógica y ley, base de análisis y de criterios

Los análisis y criterios políticos o de cualquier otro tema necesitan basarse en Ética, Lógica y Ley, en ese orden.

La sección de opiniones de Prensa Libre recogió ayer tres temas de ética, lógica y ley, presentados con respeto y lenguaje sereno. Al ser uno de ellos contrario a los otros, demostró de nuevo las similitudes y las diferencias de pensamiento, la esencia del periodismo de discernimiento, sin la debilidad, no la fuerza de los insultos. *Carolina Escobar Sarti se pregunta con total lógica cómo pudo haberse realizado en Brasil una “Cumbre por la Paz” si de 200 países invitados fueron 92 y firmaron solo 80, pero continúan las guerras de Ucrania, Gaza. Putin no llegó pero “puso sus cartas sobre la mesa” porque Rusia solo puede vencer usando armas nucleares y esto de ninguna manera se puede considerar ético, moral ni legal. Es totalmente lo opuesto. Causa asco.

Los análisis y criterios políticos o de cualquier otro tema necesitan basarse en Ética, Lógica y Ley, en ese orden.

*Según Ramón Parellada Cuadrado no hay ecocidio al botar árboles de propiedad privada porque el dueño tiene “todo el derecho de hacerlo” y porque los vecinos “podrían comprar un terreno y hacer su propio bosque”. La palabra significa en español “destrucción del medio ambiente, en especial de forma intencionada”. Por tanto, los vecinos aplican bien el lenguaje. En la lógica de países avanzados, no existe ese derecho absoluto sino limitado, y desde ética, es decir lo recto, conforme a la moral, a las acciones relacionadas con la vida individual y sobre todo colectiva. La defensa de la propiedad privada es necesaria, sin duda. Pero no puede ni debe ser absoluta.

*La imposibilidad de haber futuro si hay corrupción y no existe la justicia es el asunto del artículo de Eduardo Mayora Alvarado, desde su perspectiva jurídica y también del concepto de corrupción, o sea la práctica indebida o ilícita, en especial cualquier tipo de robo directo o no. Menciona además como un tácito sinónimo a la palabra “oposición” en su sentido de “obstrucción sistemática a las acciones y decisiones de un gobierno”. Entre los varios ejemplos locales se cuentan impedir el estado de calamidad, favorecer una oferta más cara para realizar obras urgentes, no temer el reproche ciudadano por las actitudes del Congreso, procurar el fracaso del gobierno —no eficaz, por cierto, como lo prueba la lenta y costosa reparación de la importantísima carretera Palín-Escuintla. 

*De gran importancia es lo escrito por Fritz Thomas: la diferencia en política entre enemigos y adversarios. Tiene toda la razón al señalarla: a los primeros se les mata casi siempre y no se negocia con ellos, en los segundos puede haber algo de confianza. “Si la política se percibe como guerra… como demonización del adversario… se ahoga la percepción democrática”. La Segunda Guerra Mundial demonizó a los enemigos pero estos terminaron y cambiaron. Alemania, Italia y Japón se volvieron amigos; Rusia, China y Europa Oriental, lo contrario. El período histórico llamado La Ilustración (siglos XVII y XVIII) hizo crecer el pensamiento racional y ahora necesita un retorno porque manifiesta una actitud de lamentable retroceso en la cultura y el Humanismo.

*En Guatemala, la larga y sanguinaria lucha ideológica interna de orígenes ajenos y propios también se ha mantenido. Se está convirtiendo en una guerra civil, lamentablemente en aumento. Se manifiesta una actitud terca, sin pensar siquiera en los cambios históricos tan inevitables como ocurrieron mundialmente en otros siglos. Lo correcto, lo lógico y lo legal comienzan a renacer, así como surgen los cambios de tiempos. El país está condenado a morir si sigue la corrupción, forma de manifestarse el atraso. La Lógica y la Ética son anteriores históricamente, pero cuando la Ley no existe, derrumba a las otras dos y por ello es válido considerar a las tres ciencias como elementos de un triángulo. Aunque se pueden agregar a la codicia y a la avaricia.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.