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Error garrafal de las comisiones de Postulación
El sistema de justicia es tan deficiente y corrupto como el resto de los organismos del Estado, solo que no es tan notorio.
Uno de los procesos políticos más importantes en Guatemala actualmente es la elección de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y de las Cortes de Apelaciones (CA). La impartición de justicia es uno de los pilares principales de un estado de Derecho y una de las más importantes razones de ser de un gobierno. Lamentablemente, en nuestro país el sistema de justicia es tan deficiente y corrupto como el resto de los organismos e instituciones del Estado, solo que no es tan notorio para la mayoría. Es mucho más fácil percatarse de una carretera mal construida y peor mantenida o de un hospital sin medicinas que de la injusticia de tener en la cárcel a un inocente por años en lo que se le juzga y, al final, dejarlo libre sin siquiera disculparse por arruinarle la vida. Eso casi nadie lo nota hasta que le pasa a uno, o a alguien cercano.
Si algunos de los mejores abogados de Guatemala pueden ser inducidos a cometer ese error, ¿qué se puede esperar del sistema de justicia?
De allí que sea tan trascendente la selección de quienes habrán de dirigir ese organismo y deberán ser, en teoría, los guardianes de que se imparta la justicia para todos. Especialmente teniendo a la vista el desastroso proceso anterior que terminó con cortes que se extendieron en el cargo varios años.
La responsabilidad principal en ese proceso de selección de magistrados y jueces recae sobre los miembros de las dos comisiones de Postulación. Los ojos de la mayoría de los guatemaltecos estarán —o deberían estar— sobre los comisionados, para velar por que el proceso se dé de la manera más transparente posible y que se elija a los mejores postulantes a los cargos.
Es por todo esto que me parece inconcebible que los miembros de las comisiones de Postulación estén tan temerosos de actuar que hasta se hallan valido de una excusa injustificable para retrasar sus labores. La semana pasada, ambas comisiones decidieron “no instalarse”, bajo la excusa de que dos de sus miembros no habían sido juramentados: los decanos de Derecho de las universidades Francisco Marroquín (UFM) y Mariano Gálvez (UMG). Esa decisión retrasó el proceso —ya de por sí, bastante ajustado— en por lo menos dos semanas. El decano de la UFM no fue juramentado porque renunció al cargo y todavía no se ha nombrado a su sustituto. El decano de la UMG no asistió a la juramentación porque en ese momento estaba fuera del país.
En las reuniones de las comisiones de Postulación se discutió si estas podían trabajar sin que todos sus miembros estuvieran juramentados y al final decidieron que no se podía, argumentando que, de hacerlo, el proceso podría ser sujeto de impugnaciones posteriores. Esa es una decisión que no está ajustada a las leyes. Ni en la Constitución ni en la Ley de Comisiones de Postulación se establece tal restricción. Lo único que dice la Ley de Comisiones de Postulación es que, para la celebración de las sesiones, se requiere la presencia de las dos terceras partes de los miembros que integran la Comisión. Adicionalmente, ya existen precedentes al respecto, siendo el más similar el de la elección de contralor General de Cuentas de 2018, porque el decano de la Universidad InterNaciones renunció, no se juramentó a nadie y hasta el Congreso aclaró que la comisión estaba “legítimamente constituida”, aunque faltaba juramentar a uno de sus miembros.
Un abogado a quien consulté sobre esta duda me dijo que “muy probablemente alguien engañó a los comisionados y estos se dejaron llevar por ese error”. Eso me parece todavía más lamentable, tomando en cuenta que todos los miembros de las comisiones son abogados, y no cualquier abogado, sino que algunos son decanos de facultades de Derecho y otros son magistrados de la CSJ y de las CA. Si algunos de los mejores abogados de Guatemala pueden ser inducidos a cometer ese error, ¿qué se puede esperar del sistema de justicia? Lamentablemente, los miembros de las comisiones cayeron en este error y ahora habrá que esperar a que se juramente a los demás antes de iniciar el trabajo de las postuladoras.