Alternativas

Erradicando la corrupción para prosperar

Si nos involucramos, asumimos la responsabilidad de nuestro futuro.

La teoría que los doctores Acemoglu y Robinson presentan en su libro Por qué fallan los países: el origen del poder, la prosperidad y la pobreza los hizo ganadores del Premio Nobel de Economía de 2024. Mi anterior artículo presentó cómo las instituciones políticas y económicas extractivas de Guatemala nos mantienen en el subdesarrollo y en permanente crisis.

(https://www.prensalibre.com/opinion/columnasdiarias/transformando-a-guatemala-de-la-corrupcion-a-la-inclusion-y-prosperidad/ Guatemala sigue sumisa bajo la corrupción generalizada. Es necesario que la población se involucre y presione al Ejecutivo y al Legislativo para que tomen decisiones acertadas a favor de la mayoría. Ha llegado el momento del cambio y de transformar nuestras instituciones para que sean inclusivas. Acemoglu y Robinson presentan una guía para lograrlo. Para unos, la propuesta es una utopía, para otros es una ruta clara para erradicar la corrupción y crear instituciones inclusivas. Las actividades prioritarias descritas a continuación no son consecutivas, son simultáneas:


Fomentar la participación ciudadana es clave para lograr instituciones inclusivas. Su involucramiento es crucial para la supervisión de las actividades gubernamentales y la denuncia de actos de corrupción. También debemos involucrarnos en el desarrollo de la política nacional para asegurar que las decisiones que se tomen favorezcan a la mayoría.


Fortalecer el estado de Derecho para que el OJ recupere su independencia debe ser una herramienta efectiva en la lucha contra la corrupción mediante la rendición de cuentas. Al digitalizar la información, como lo impulsa Emade, se apoya la transparencia y la rendición de cuentas de todos los funcionarios.


Reformar totalmente el sistema educativo, abandonando el actual, que es anticuado, memorístico, parchado y maquillado. Necesitamos sustituirlo por un moderno de calidad que empodere a los ciudadanos y que fomente la innovación, la cultura de integridad y la responsabilidad.

El camino está trazado, solo toca iniciar la jornada de transformación de las instituciones y seguir avanzando.


Mejorar el sistema de salud, volviéndolo más eficiente, efectivo y que sea más preventivo que reactivo. Debe ser inclusivo, moderno y al alcance de todos. El MSPAS también debe trabajar de manera coordinada con el Mineduc y el Maga para ofrecer alimentación y salud a los estudiantes en las escuelas públicas.


Invertir en infraestructura para lograr la transformación a instituciones inclusivas. Guatemala necesita carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos que apoyen el desarrollo nacional. Una adecuada y efectiva red vial facilita la locomoción y agiliza el transporte de mercadería desde su origen a los puntos de entrega, muy contrario a la situación actual.


Erradicar la corrupción es una lucha “sin prisioneros”. Es indispensable, y para ello el Estado debe contar con un OJ independiente y la participación ciudadana. Es necesario fortalecer las instituciones encargadas de la lucha anticorrupción e implementar políticas de transparencia, seguimiento y rendición de cuentas. La corrupción es un cáncer que provocan las instituciones extractivas.


El camino está trazado, solo toca iniciar la jornada de transformación de las instituciones y seguir avanzando. La propuesta no es popular porque resalta que, por 203 años, nuestros gobernantes han hecho las cosas mal, tomando decisiones egoístas y favoreciendo a una minoría. Las actividades representan un cambio radical respecto de la Guatemala de hoy, pero no serán los políticos actuales los que promoverán el cambio, no les interesa. Nos toca a nosotros, y para ello debemos modificar nuestra actitud.


De mantenernos al margen, nada cambia. El país sigue subdesarrollado, sumido en la corrupción, pobreza, ignorancia y siendo presa fácil de las ideologías extractivas y fracasadas como las izquierdistas. Si nos involucramos, asumimos la responsabilidad de nuestro futuro. Solo así lograremos ser un país independiente que no necesita mendigar donaciones extranjeras para sobrevivir.

ESCRITO POR:

Carlos R. Paredes

Consultor en desarrollo institucional y empresarial. Máster en Economía Aplicada y Administración de Negocios. Ingeniero Mecánico Industrial. Exdirector ejecutivo del Campus Sur UVG. Exdecano de la Facultad de Ingeniería UVG. Catedrático universitario.