PLUMA INVITADA

Enfrentando la variabilidad climática

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La región centroamericana se ve afectada constantemente por los efectos de la variabilidad climática y por la ausencia de programas y políticas de país que busquen disminuir la vulnerabilidad en los centros urbanos ,y principalmente, en las áreas rurales, siendo estas las más amenazadas y expuestas.

' El apoyo congruente de la comunidad internacional será clave para enfrentar los riesgos climáticos.

Juan Ramón Aguilar

Según el informe del índice de la gestión de riesgo de América Latina y el Caribe (2019), la región está calificada como zona de alto riesgo de desastres y crisis humanitaria, principalmente países como Guatemala, Honduras y Haití, que se han visto limitados en su capacidad de avanzar en el desarrollo económico, ambiental y social.

Recientemente, el Panel Intergubernamental de Cambio Climático menciona en su 6° informe (2022) que parte del problema de la variabilidad climática en zonas tropicales es producto del incremento mundial de los gases de efecto invernadero (GEI) de origen antropogénico por parte de los grandes emisores.

El World Resources Institute (2021) evidencia que los cinco países y regiones que más emiten GEI a nivel mundial son China, Estados Unidos, Unión Europea, India y Rusia, quienes producen el 58.36% de los gases de efecto invernadero, mientras que la región centroamericana emite alrededor de 0.36%. Según datos del Banco Mundial (2018), Guatemala produce alrededor del 0.08% de las emisiones.

A pesar de ser un emisor de GEI no relevante, Guatemala es, al mismo tiempo, uno de los países más vulnerables del mundo. Esto debido a un histórico rezago en su desarrollo económico, la falta de proyectos de inversión en infraestructura estratégica y la escasa visión del sector gubernamental para generar políticas públicas con enfoque de adaptación para enfrentar los riesgos climáticos a los que está expuesto.

Cabe resaltar que los sectores civil y empresarial de Guatemala trabajan voluntariamente desde hace más de 35 años en la elaboración e implementación de planes y proyectos que generen desarrollo con “eficiencia ambiental”. Un ejemplo claro de lo anterior es la matriz energética de Guatemala, que está compuesta en más del 75% por energías renovables, según datos 2022 del Administrador del Mercado Mayorista.

Por su parte, las empresas adoptan recurrentemente sistemas de eficiencia en su producción, transporte, autogeneración, materias primas, logística, y el uso de recursos naturales. Estos esfuerzos se ven reflejados en la Estrategia Nacional de Desarrollo con Bajas Emisiones del Gobierno de la República de Guatemala (2018).

Es importante remarcar que esta estrategia voluntaria de país ha provocado el desarrollo de tecnologías eficientes locales, enfrentando los retos actuales que conllevan el desarrollo y la globalización, con responsabilidades comunes, pero diferenciadas.

El apoyo congruente de la comunidad internacional será clave para enfrentar los riesgos climáticos. Los esfuerzos de cada país emisor de GEI también serán relevantes para mitigar los efectos del clima.

Este cambio de enfoque, en definitiva, es una nueva forma de enfrentar y combatir el problema del cambio climático, sin limitar el crecimiento económico, generando acciones que aportan principalmente a un esquema de adaptación.

La Red Guatemala del Pacto Global promueve activamente la adopción de mecanismos que generan eficiencia ambiental, y cuenta con programas de capacitación que facilitan su implementación a nivel empresarial.

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