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Empresa familiar en la finca Las Charcas

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La finca Las Charcas se encuentra al sur de la ciudad de Guatemala, zona 11, y es un lugar de mucha historia.
Mary Raskin viuda de Piñol compiló la historia de la familia de don Rafael Piñol y Batres, Guatemala, 1970, inédita, 26 pp. a máquina. Se resume seguidamente.

El matrimonio Piñol Batres tuvo de hijos a Manuel J. Piñol y Batres, que se casó con doña Margoth Bertrand Matheu, y tuvieron de única hija a doña Luz Piñol de Whitbeck. Bernardo Piñol y Batres, que murió soltero. Rafael Piñol y Batres (1876-1969), casado en segundas nupcias con la autora de este relato, quien manejó la finca desde el fallecimiento de su hermano Bernardo. José Piñol y Batres, obispo de Faseli (1878-1970). Suzana Piñol Batres, que se casó con Eduardo Cabarrús Piñol, su primo hermano, y que tuvieron de única hija a María Consuelo Cabarrús Piñol.

Señala la autora que su esposo don José en su primer matrimonio tuvo por hijos a ingeniero Rafael Vicente Piñol, Carmen Piñol de Egurrola, licenciado Federico Piñol y Manuel Enrique Piñol.
Tenían en la finca Las Charcas ganado que traían de las otras haciendas, siembras de maíz y venta de leña, después de que la capital se trasladó al Valle de la Ermita.

Manuel J. Piñol seguía con sus negocios de exportación de madera, vainilla y zarzaparrilla a Cádiz y Filadelfia en sus propias goletas. Murió en 1851, cuando Tadeo, su único hijo, tenía apenas 14 años, como ya fue mencionado.

La casa de la familia Piñol era lo que fue el Banco Agrícola Mercantil (hoy Banco Agromercantil). Previamente había sido la sede del Banco Colombiano y del Banco Central de Guatemala, Sociedad Anónima (de 1931 a 1946). La casa fue construida por el arzobispo Bernardo Piñol. Tenía tiendas abajo y las habitaciones, arriba. Se vendió la finca Sapuyuca, entre Guatemala y El Salvador, y después Playa Grande, para dar las herencias a los hijos de Manuel José Piñol y Aycinena. A doña Suzana y a don Tadeo les quedó la finca Las Charcas.

Agrega la autora: En 1872, Justo Rufino Barrios mandó a llamar a don Tadeo para zanjar de una vez la cuestión de linderos de la finca. Desde la compra de Las Charcas, el camino de Mixco al Golfo Dulce había desaparecido y ahora, en lugar de cruzar la ciudad, llegaba a la puerta del Guarda Viejo. Bajo amenaza, don Tadeo y doña Suzana convinieron en aceptar la nueva carretera como lindero norte de la finca, ya que el Gobierno había nacionalizado el resto y los otros terrenos, entre ellos El Incienso y la Majada Grande, que habían pertenecido al Convento de Nuestra Señora de Las Mercedes y la Congregación de San Felipe Nery. En 1873, Barrios llamó de nuevo a don Tadeo, esta vez para comprarles lo que ahora es La Reformita, para repartir entre los pobres. Y así se hizo.

' En 1927 se introdujo el Agua del Mariscal en Guatemala, encontrándose piezas antiguas de cerámica.

José Molina Calderón

Bernardo Piñol y Batres fue a escoger unos toros para las corridas. Se asustó la mula y lo botó, pateándolo. A resultas, murió. Entonces vino Rafael Piñol y Batres, que estaba en El Salvador, para encargarse de la finca. Se empezó a producir heno, a sembrar eucaliptos de varias clases y en 1910, alcanfor; seguían con ganado para leche.

En tiempos de los terremotos de 1917-1918, la casa fue refugio de toda la familia. En 1927 se introdujo el Agua del Mariscal en Guatemala. Abriendo zanjas para las tuberías de agua se encontraron ídolos, el pebetero y otras piezas de cerámica.

ESCRITO POR:

José Molina Calderón

Economista. Consultor en gobierno corporativo de empresas familiares. Director externo en juntas directivas. Miembro de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala. Autor de libros de historia económica de Guatemala.