CON OTRA MIRADA

El valor de vivir con valores

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La primera y única universidad pública en Guatemala fue creada como Real Universidad de San Carlos de Borromeo, el 31En1676, con licencia de Carlos II, y como Pontificia, por el Papa Inocencio XI, según bula exsuprema del 18Jul1687. Tuvo los mismos privilegios que gozaban las otras, de República Dominicana, México y Perú. Además de las cátedras de Artes y Ciencias, debían impartirse Leyes y Medicina. Ya como República, fue llamada Academia de Ciencias y, del 1Dic1944 hasta la fecha, Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac). El martes pasado cumplió 346 años.

' Llega a los puestos de poder no para gobernar, generar desarrollo y servir, sino para enriquecerse.

José María Magaña Juárez

Las universidades en América fueron inspiradas en la Universidad de Alcalá (Alcalá de Henares, Madrid), fundada en 1499 por el Cardenal Cisneros, por lo que también se le conoce como Cisneriana. Junto a la Universidad de Salamanca, es una referencia del Siglo de Oro español; fueron bastiones del progreso académico y cultural en los que prevalecieron la ética y la moral. Ética es el nombre de la disciplina filosófica creada por Aristóteles que estudia el bien y el mal; es decir, el conjunto de costumbres que rigen el comportamiento individual y colectivo del hombre. Moral es el conjunto de normas, valores, costumbres y creencias que sirven para decidir qué acciones son correctas o incorrectas.

En su estudio del bien y del mal, la ética busca la manera de comportase de acuerdo con el pensamiento humano; en tanto la moral se basa en la obediencia de las normas, valores, costumbres y creencias. Tanto la ética como la moral son creación del hombre. Son nociones producto de su desarrollo mental y, en consecuencia, de la organización social, de cuando la división del trabajo permitió que algunos se dedicaran a pensar y preguntarse sobre su propia existencia.

Ante la incertidumbre, mucho antes de ocuparse de asuntos filosóficos, el hombre forjó la fe que lo llevó a crear la idea de dios, cuya existencia explicó lo que hasta entonces estuvo oculto.

A lo largo del último medio siglo, los guatemaltecos fuimos testigos del surgimiento de una subespecie humana que no puede ser inscrita en los estratos sociales de clase alta, media o baja. Es conocida como “clase política” que mediante argucias que esa actividad permite, implantó los antivalores y hace alarde de su impunidad al generar corrupción. Privilegió la definición de política como el arte de engañar, convirtiéndose en el sector dominante de la población que, elección tras elección, llega a los puestos de poder no para gobernar, generar desarrollo y servir, sino para enriquecerse.

Tejió redes que infiltró en la estructura administrativa, conocidas como cuerpos ilegales y aparatos clandestinos de seguridad incrustados en el Estado, que a pesar de los esfuerzos realizados por erradicarlos y logros alcanzados, supieron regenerarse, fortalecerse y hacer que la herencia colonial de la encomienda permanezca incólume.

Ante eso, retomo lo visto en una pancarta durante una manifestación contra la corrupción de dignatarios, funcionarios, empresarios y financistas políticos: “Un pueblo que elige corruptos no es víctima, es cómplice”.

Los guatemaltecos, gente trabajadora, con principios y valores, agobiados por la pandemia del covid-19 y la desesperanza ante la incompetencia de la administración pública reclamamos, entre otros, el rescate de la Usac y su calidad de reserva ética y moral del pueblo, y como en la Oda a los sancarlistas, de autor que desconozco, clamamos: ¿Cómo vas a saber qué es la justicia, si no sabés que tus estudios los paga el pueblo y que es al pueblo al que te debés?

ESCRITO POR:

José María Magaña

Arquitecto -USAC- / Conservador de Arquitectura -ICCROM-. Residente restauración Catedral Metropolitana y segundo Conservador de La Antigua Guatemala. Cofundador de la figura legal del Centro Histórico de Guatemala.