HAGAMOS LA DIFERENCIA
¿El tiro les salió por la culata? Ahora tiemblan…
Estamos ante un evento electoral sin precedentes. Mucho se ha especulado de que existió una planificación maquiavélica para mantener el statu quo en el gobierno del país. Bajo la premisa de divide y vencerás, las autoridades actuales apostaron por candidaturas afines que permitieran llegar a segunda vuelta a presidenciables bajo su control, que los protegieran en dado caso salieran a luz pública eventos de corrupción de su gobierno, el sector privado y grupos de poder detrás del Gobierno dieron también un aval implícito para continuar disfrutando de los privilegios de un Estado conservador como el nuestro. En el camino evitaron la participación de candidatos con potencial dentro del sistema actual, pero que no estaban bajo su control, cuatro fueron los candidatos eliminados de la contienda. Sin embargo, no contaban con el hartazgo de la población, cansada de los desatinos gubernamentales y de la corrupción galopante en las diversas esferas del estado, pues se terminó eligiendo una pareja de presidenciables, que si bien una de ellas si estaba en el “radar” el otro “no”.
' El escenario se les complicó, pues ambas propuestas son de ¿izquierda? ¿A quién apoyar ahora?
Samuel Reyes Gómez
Y el tiro les salió por la culata, y ahora tiemblan. ¿A quién apoyar ahora? El escenario se les complicó, pues ambas propuestas son de izquierda, y aunque mucho se dice sobre la inexistencia actual del concepto de derecha e izquierda, la realidad es que cuando se habla de cambios, todo lo diferente se tacha de izquierda. Y ante la disyuntiva, de quien les parece menos peor, por lo visto, hay disposición de perdonar graves errores, que en el pasado fueron señalados a la candidata, que evitó que ganara en ocasiones anteriores.
Para Guatemala es esta una gran oportunidad, pues si bien las dos propuestas pueden tener ideas controvertidas para una sociedad como la guatemalteca, la distribución de curules en el Congreso y de alcaldes en el país permitirán tener un balance en la forma de gobernar en la que no pasarán tan fácilmente leyes ni propuestas que atenten contra la idiosincrasia guatemalteca. Esta coyuntura únicamente permitirá la ejecución de iniciativas que cuenten con la suficiente discusión entre estos grupos y con el respaldo de la sociedad civil. Hacer algo diferente a lo que se ha venido haciendo y que no ha funcionado, será siempre mejor, pues permitirá nuevos aires para el país.
Estemos atentos ahora, pues debemos emitir nuestro voto reflexionando sobre quien propone una planificación real contra la corrupción. La corrupción está lentamente aniquilando las posibilidades de desarrollo y el peligro es, que, por muchas personas, se ve ya, como algo normal. Pude observar en las campañas de alcaldes de algunos de los municipios el ofrecimiento de repartir entre la población el 50% de las comisiones que recibirían por las obras que realizarían, al tomar como ingreso un dinero producto de un acto doloso penalizado por la ley. Quedé también espantado de escuchar a un candidato a Contralor de la Nación que decía que él era mejor porque solo solicitaba un 5% de comisiones por las obras que autorizaba en lugar de los altos porcentajes que se estaban exigiendo. Debe prevalecer el bien común, sin confundir esto con un populismo al proporcionar dádivas inmediatas en lugar de una planificación que permita el desarrollo para el bienestar de la población.
Los intentos por detener el proceso electoral continuarán, como lo acontecido con el dictamen de la Corte de Constitucionalidad al no permitir la proclamación de los candidatos que pasarán a segunda vuelta, ojalá que el miedo no les orille a argucias legales que terminen de eliminar la endeble democracia guatemalteca, más bien hay que prepararse para unir esfuerzos en función del desarrollo de la nación. El miedo no es razonable, al intentar asustar con el petate del muerto, pues los contrapesos en este noble país son balanceados.