Pareciera ser que, por primera vez en mucho tiempo, el mundo está ante una crisis anunciada y provocada hace meses por el endurecimiento de la política monetaria y, a diferencia de crisis anteriores, algunos expertos esperan que esta sea la contracción más moderada en un periodo de recesión de los últimos 40 años.

Debido a esta situación, la economía mundial está en compás de espera. El Fondo Monetario Internacional anunció que, lo peor está por llegar, y será inevitable, pero también es inevitable no continuar con la vida mientras esperamos a que esto suceda.

La recesión comienza cuando la economía alcanza su máximo y termina cuando alcanza su mínimo. Entre el mínimo y el máximo, la economía se halla en expansión. En pocas palabras, una recesión ocurre cuando la economía deja de crecer y comienza a encogerse. Algunos expertos opinan que se presenta cuando el valor de los bienes y servicios producidos en un país, conocido como el producto interno bruto, cae durante un semestre o dos trimestres consecutivos.

Es muy difícil establecer cuánto dura una recesión. Sin embargo, las recesiones que han existido desde la Segunda Guerra Mundial tuvieron una duración promedio mayor a 10 meses. La más reciente, es decir, la ocurrida en 2020, duró dos meses.

No obstante, varias economías enfrentan un riesgo real de caer en recesión a medida que la guerra en Ucrania, el aumento de los costos de los alimentos y el combustible y la creciente inflación obscurezcan el panorama global, pero puede que no suceda en todas partes, sin embargo, algunos economistas piensan que varios países clave corren el riesgo de caer en recesión.

Ahora se anticipa que la tasa monetaria cerrará 2023 en 10.00% y 2024 en 8.00%. Que hacer para sobrevivir en una economía difícil, antes que nada, mantenga un bajo inventario la mayoría de los consumidores estarán comprando y gastando menos. Mantenga sus suministros e inventarios en un nivel razonable para que no se quede con productos que no pueda vender. Intente comprar sólo lo que necesita cuando le sea posible.

Aunque el impacto de eso puede ser bastante significativo para los países en desarrollo, que necesitan la demanda externa de los países desarrollados para recuperarse. La OMC proyectó el año pasado que el comercio mundial aumentaría solo un 1% en 2023, muy por debajo de un aumento estimado del 3.5% para ese año.

Existen todavía a principios de este año 2023 tantas incertidumbres y la mayoría de los riesgos están sobre la mesa, como las consecuencias de la guerra en Ucrania y los vientos de la inflación. Por lo pronto, no se espera un nuevo desplome del PIB mundial, pero sí que habrá muchos países que pasen por una pequeña recesión, por lo menos, un tercio del globo entrará en recesión.

Ante los efectos de la inflación, varias personalidades en comercio han exhortado a los líderes de las economías miembros del G20 que eliminen las restricciones a la exportación de alimentos, que han ido en aumento, perjudicando, sobre todo a las personas más pobres al elevar los precios. Sin embargo, al iniciar un nuevo año hay que estar positivos y esperanzados en que se logren algunos avances que mejoren el panorama actual.

Lo cierto es que la economía mundial está ante una crisis más que anunciada. Tanto en la crisis bursátil de 2008, como en la crisis del covid-19 fueron shocks sorpresivos, donde el factor sorpresa existió, pero ahora se trata de una recesión anunciada.