El reino del revés
Las mafias que se han apoderado del Sistema de Justicia del país están presionando fuerte.
“Me contaron que en el reino del revés nada el pájaro y vuela el pez”, dice la canción de María Elena Walsh. Nada tan apropiado para describir a la Guatemala de hoy, donde las personas justas están bajo amenaza, en prisión o en el exilio, mientras que los corruptos caminan libres por nuestras calles. Eso habla de un país que no es país, mucho menos democracia, sino Estado capturado por unos pocos con demasiado poder.
Las mafias que se han apoderado del Sistema de Justicia del país están presionando fuerte.
En medio de una evidente danza de millones que ya no pueden pasar por el sistema bancario del país, pero que tienen forzosamente que salir de las caletas, suceden en los últmos días, cuatro asuntos de profunda relevancia para la ciudadanía: 1. El juez Fredy Orellana (con minúscula, por favor), señalado por innumerables hechos de corrupción, emitió una orden de captura que el Ministerio Público(MP) ejecutó en contra de la Directora del Instituto de la Víctima, Ligia Iveth Hernández; 2. Explota el megacaso que presenta la SAT sobre una defraudación millonaria que apunta a Alejandro Giammatei y Miguel Martínez; 3. Avanza un proceso de elección de cortes plagada de absurdos, compraventas e irregularidades; y 4. Salta la liebre desde un MP que ataca, de manera frontal, al Presidente Bernardo Arévalo.
“Los pájaros les tiran a las escopetas”, dice mi madre. En el caso de la captura de la Directora Hernández Gómez, comencemos por un juez que ha sido parte fundamental de los funcionarios golpistas y, desde hace algunos años, emiten órdenes formalmente legales pero sin fundamento alguno, y litigan maliciosamente, para desgastar a los enemigos políticos de los corruptos, a los cuales ha enviado a prisión, como a José Rubén Zamora y Samari Gómez. La mancuerna de este juez con el MP de Porras y Curruchiche, entre otros, ha sido un factor determinante para doblegar a sus enemigos, liberar a sus amigos y castigar al movimiento Semilla, por haber llegado al poder.
En el caso de la mayor defraudación tributaria que presentara la SAT (B410), se señala a 410 empresas de cartón que registraron ventas por Q6,400 millones entre 2021 y 2024. Lo que destapa la SAT a través de este caso, es 200 veces mayor que el monto del caso de la Línea 1, y se dice en pasillos que, si se sigue la ruta del dinero, se podría llegar hasta cierta fiscalía del MP. Un solo abogado representantando legalmente a 210 de estas empresas, todas con relación con una offshore en Belice. ¿Qué ha hecho el MP con este caso? ¿Y la Contraloría General de Cuentas? ¿Qué sucederá con Giammatei y Martínez, señalados por innumerables hechos de corrupción? ¿O se fueron en su alfombra mágica?
En cuanto al proceso de las cortes, no es menos importante. Es fundamental quitarle las cortes a las mafias y al crimen organizado. Hay muchos intereses oscuros en juego en este proceso, lo cual ha retrasado el proceso mismo, fundamental para un cambio profundo en el país. Las mafias que se han apoderado del Sistema de Justicia del país están presionando fuerte, a través de sus operadores en las Comisiones, y retrasando el proceso, con el propósito de dejar a los mismos a cargo de las Cortes.
En el caso contra Arévalo, resulta que Curruchiche, uno de los más señalados en las listas de corruptos por Estados Unidos, dice que “El principal responsable de fomentar la impunidad en Guatemala es el presidente César Bernardo Arévalo de León”. Reconoce que fue la exministra Vega quien aportó los documentos para que la FECI presentara esta denuncia y sostiene que Arévalo autorizó pagos a empresas que, años atrás, fueron investigadas. Pero resulta que el MP jamás investigó estos casos antes, como tampoco lo hizo con la exministra Jazmín de la Vega, quien se supone que sí autorizó pagos a empresas ligadas al ex partido Líder o al partido Vamos. Conscientes de los mecanismos que ha usado esta mafia para armar los casos (incluso sin tener evidencia o argumentos legales) o liberar a los suyos (aún a pesar de la abundante evidencia), diría que Arévalo, lo que ha hecho desde su buena intención y en ocasiones, poca acción, es permitir que sigan en el poder estas lacras, y eso sí genera impunidad. En este reino del revés, solo falta que, para precisamente garantizarse impunidad, Curruchiche termine siendo Magistrado en las Cortes.