La buena noticia

El pan entre los pobres se multiplica

Si Guatemala tiene recursos suficientes para todos, ¿por qué tanta pobreza en miles de personas que pasan hambre?

Las comunidades eclesiales, en sus liturgias dominicales, a partir de mañana dejan la lectura continuada del evangelio de Marcos, donde Jesús, cada vez que se encuentra con el pueblo, se conmueve profundamente desde sus entrañas al ver a la gente abandonada, extenuada y perdida, “como ovejas sin pastor”, porque sus liderazgos en el ámbito religioso y social no son confiables; al contrario, son sus verdugos.

Si el combate del hambre no es prioridad, migrar es la única salida.

Ante esa falla estructural, Jesús se dedica largamente a formarlos, construyendo con ellos y ellas una nueva mentalidad, y a darles de comer, mediante la multiplicación de los panes, que se realiza desde la solidaridad de los que tienen poco: dos panes y cinco pescados.

Al dejar el capítulo 6 de Marcos, que traía la multiplicación de los panes, pasamos al capítulo 6 de Juan que comienza con ese mismo relato, para dar espacio a una catequesis sobre Jesús Pan de la Vida, que escucharemos durante los siguientes domingos de agosto, y nos permitirá seguir reflexionando sobre los 500 años de evangelización, que comienzan con la primera misa celebrada en estos territorios.

Estas enseñanzas al pueblo versan sobre Jesús como pan para la vida de un mundo distinto. Es el pan del éxodo, es decir, el alimento para la vida verdadera y la libertad auténtica del pueblo, por eso el evangelista sitúa este relato en la proximidad de la Pascua, fiesta que conmemora la ruptura con el régimen opresor y describe el éxodo para vivir en libertad. Así Jesús anticipa un éxodo mesiánico, el cual consiste en que sus discípulos puedan subsistir liberándose de los nuevos faraones, de los sistemas político-económicos opresores que amenazan la vida y dignidad de los pueblos.

Dios sostuvo la lucha y la resistencia del pueblo, al mismo tiempo que alentó su esperanza para no desmayar durante su larga travesía por el desierto, alertándolo de los riesgos de los faraones, que daban comida y trabajo, pero a costa de opresión y esclavitud.

Al repensar la historia, la intención del evangelista es destacar el significado de la propuesta de Jesús para los pueblos de todos los tiempos: que ningún ser humano pase hambre, que el pan se multiplique entre los pobres y que florezca la esperanza y la dignidad, la vida y la libertad.

El hambre del mundo sólo podrá erradicarse en la medida en que los seres humanos, movidos por los mismos sentimientos de Jesús estén dispuestos a compartir con los demás lo que son y tienen. Los sistemas políticos-económicos de los imperios a lo largo de la historia han fracasado, porque se han convertido en fábrica de empobrecidos, en generadores de desigualdad social y en potencias que reproducen el modelo faraónico aún vigente en el siglo XXI. 

Si Guatemala tiene recursos suficientes para todos, ¿por qué tanta pobreza en miles de personas que pasan hambre? Un informe de la FAO de julio del 2021 da cuenta de que 2 millones 900 mil guatemaltecos estaban desnutridos y que 12.1 millones afrontaban problemas para conseguir comida. El año pasado se reportaba que alrededor de 4,6 millones de personas en Guatemala enfrentaban inseguridad alimentaria, según Oxfam.

Además, dicen los expertos que 4 de cada 10 personas desnutridas en Centroamérica son guatemaltecas. En 2020, cuando ya gobernaba Giammattei, se incrementó en cien mil el número de personas que no pueden satisfacer sus necesidades básicas alimentarias. 

¿Por qué se da esta situación? Porque algunos pretenden llenar los anhelos de su corazón con la riqueza y acaparan recursos para sí mismo a costa del hambre de los demás, despojándolos de todo. Olvidan que solo compartiendo crecemos en humanidad. Comprendamos que, si el combate del hambre no es prioridad, migrar es la única salida.

ESCRITO POR:

Víctor Manuel Ruano

Presbítero de la Diócesis de Jutiapa. Licenciado en Sociología por la Pontificia Universidad Gregoriana, Roma. Fue rector y profesor del Seminario Nacional de la Asunción, Guatemala, y vicerrector académico Cebitepal, Colombia.