Rincón de Petul

El futuro migratorio entre las mentiras

A Trump le encantan las guerras mediáticas. No porque las gane, sino porque la gente crea que las ganó.

Es importante para Guatemala analizar objetivamente la credibilidad de las promesas de Donald Trump sobre la migración. Principalmente, dos: Primero, su promesa de que detendrá (desde su primer día) el flujo que ingresa de nuevos migrantes a su país; y la segunda, que, contra las personas sin estatus legal, llevará a cabo la campaña de deportaciones más grande en la historia de su país. Creo que es evidente por qué es importante para nosotros analizarlo: Primero, por la gente, porque en ese país se estima que cerca de cuatro millones de compatriotas han hecho ya sus vidas, y de los cuales, solo unos 800 mil gozan de algún tipo de estatus legal. Pero segundo, también, porque la economía de por lo menos siete millones aquí se mueve directamente con el capital que aquellos mandan. Es decir, perder eso, o tan solo ponerlo en riesgo, traería evidentes repercusiones humanas, sociales y económicas sobre nuestra gente y el país entero.


Pero es fundado pensar que el futuro migratorio no será catastrófico como él lo pinta. Esto me dio paz tras soportar los 92 minutos enteros de su discurso de aceptación, el jueves. En ese largo tiempo vi euforia de la gente aceptando todo lo que decía, aunque fuera cuestionable. Y entendí: A este genio de la comunicación no le interesan los resultados; singularmente busca que le crean que entregó esos resultados. Y pasar a la historia como el más grande esto, el más grande lo otro. Algo bien mezquino. Pero ahí recae la radical diferencia entre la realidad y la ficción que nos interesa. Trump habla de su gestión presidencial como si hubiera detenido la migración, y la gente le aplaude porque nunca cuestiona. Habla de que construyó la mayoría del muro cuando la data es claramente falsa. Dijo cosas ridículas con historias de pistas bloqueadas para no recibir deportados y atribuyó la situación de seguridad de El Salvador a que Bukele envió a los pandilleros a EE.UU. ¿Por qué? Quizás porque sabe que quienes lo votarán no podrían identificar estos países en un mapa, aunque sus vidas dependieran de ello.

Ahora dice que él administró la pandemia con éxito, y su gente lo aprueba.


Dijo también que cerró la frontera cuando, solo desde Guatemala, fue cuando más se fueron. Solo basta ver el incremento de nuestras remesas durante sus años: de US$7.1 millardos en 2016, a US$10.5 millardos en 2019. Aún, mientras seguía, en la audiencia los rostros se iluminaban con esperanza. Frente a ellos, un auténtico encantador con imagen de mesías. Uno que sabe que, en 4 años, difícilmente desarrollarán las herramientas necesarias para cuestionar lo que él hábilmente les diga con su atractiva narrativa, con sus cuentos e historias. Porque si algo es innegable es que tiene atributos inigualables: su carisma singular que atrae a millones; su capacidad de timar no importa cuán absurdo el sinsentido. Solo recordar: Dijo que inyectarse detergente en el cuerpo eliminaría el covid en minutos, y más de cien ingresaron a hospitales en las siguientes horas. Ahora dice que él administró la pandemia con éxito, y su gente lo aprueba.


Y así, si gana, al terminar su presidencia, nuevamente se proclamará como el que logró los resultados más grandes de la historia contra la migración irregular. Y la gente lo creerá sellando así su marca publicitaria: El presidente más nacionalista que controló la migración. Pero, si sucede como sucedió ya, en la tierra, nuestra gente seguirá llegando. Quizás ya no entregándose a autoridades fronterizas, porque los asilos serán suspendidos. Pero sí esquivándolos y pagando más a las poderosas mafias de coyotaje, que crecerán. Pero la gente seguirá ahí, en sus pueblos y ciudades, porque la mano de obra continuará en alzada demanda. Más aún si activa la economía. Porque la vida sigue y la economía depende de quien tiene los hijos que están dispuestos a trabajar. Al final caí en cuenta de algo que ahora me parece evidente: A Trump le encantan las guerras mediáticas. No porque las gane, sino porque la gente crea que las ganó.

ESCRITO POR:

Pedro Pablo Solares

Especialista en migración de guatemaltecos en Estados Unidos. Creador de redes de contacto con comunidades migrantes, asesor para proyectos de aplicación pública y privada. Abogado de formación.