Desarrollo de país
El fin no justifica los medios
Noviembre se volvió el mes de aprobaciones de leyes importantes, como la Ley de Infraestructura Vial Prioritaria.
El Movimiento Semilla inició el 14 de enero con una elección anómala de Junta Directiva, que logró que su líder en el Congreso saliera en la foto de cambio de mando entregándole a Bernardo Arévalo las insignias que lo invistieron como presidente constitucional de la República. Tres días después, la Corte de Constitucionalidad ordenó una nueva elección en el Congreso, por las ilegalidades que ocurrieron el 14.
Rebalsó el vaso la aprobación de un aumento de Q17 mil al sueldo de cada diputado.
El partido Movimiento Semilla, por estar suspendido, no ha podido participar en las presidencias de comisiones en el Congreso. Eso ha hecho que los 23 diputados aprendan a gestionar y a operar dentro del Congreso de otra manera. La más fácil, al ser bancada del gobierno, es operar con mucha cercanía con el ministro de Finanzas, que es un diputado electo de Semilla, pero con permiso para ejercer el cargo en el Ejecutivo. Semilla no lograba nada hasta que lograron en agosto la aprobación de la ampliación del Presupuesto 2024 en Q14,151.700,391, con votos de diputados de la mayoría de los partidos, principalmente de diputados distritales, a quienes se decía que les habían ofrecido muchos millones de quetzales en obra en sus distritos. A ese momento, el porcentaje de ejecución de gasto del gobierno era tan bajo que se criticaba la no necesidad de ampliar si no podían ejecutar en el Ejecutivo ni siquiera con lo que contaban.
Noviembre se volvió el mes de aprobaciones de leyes importantes, como la Ley de Infraestructura Vial Prioritaria, que es producto de un trabajo técnico muy serio de la Comisión de Economía del Congreso, la cual preside un diputado del partido Valor. Semilla quiso atribuirse ese mérito que no le corresponde. Posteriormente, se aprobó la Ley de Competencia, que también es producto de un trabajo técnico de la misma comisión. Semilla tuvo que ver únicamente en la modificación (enmiendas) en cuatro de 121 artículos previamente consensuados.
La semana pasada sí se puso muy complicada, porque en la búsqueda de objetivos políticos propios de Semilla, lograron aprobación a iniciativas de ley que son parte del acuerdo político y económico con muchos diputados. Al aprobar el Presupuesto del 2025 el miércoles 27, de madrugada, de urgencia nacional, por Q148 mil 527 millones (casi 29 % más que el vigente), les podrán cumplir a los diputados que votaron a favor, según he leído en medios y redes sociales, con obras en sus distritos. Las cámaras empresariales, tanques de pensamiento, Foro Guatemala, etc., habían venido advirtiendo de lo peligroso que era aprobar ese presupuesto desfinanciado y sin sustento en algunas partes, ya que eso ocasionará inflación y pérdida de la reconocida estabilidad macroeconómica del país. El presidente Arévalo, cuando era diputado de oposición y candidato a la presidencia, decía que el 40 % del presupuesto se va en corrupción. Y también decía el año pasado que el aceite que lubrica la corrupción es el presupuesto. Rebalsó el vaso la aprobación, en esa madrugada, de un aumento de Q17 mil al sueldo de cada diputado, para que ganen lo mismo que un magistrado de sala.
La aprobación de la modificación al artículo 82 de la Ley contra la Delincuencia Organizada, con 127 votos, que confesamente miembros de Semilla decían que les favorecían para recuperar su vida jurídica, es peligrosísimo para el futuro, pero para ellos el fin justifica los medios.
Respecto de cómo operaron visiblemente la ley de la PNC, donde se veía al líder de Semilla con gorra del director de la PNC, al presidente del Congreso y exdirector de la PNC junto a este al lado del palco donde estaban representantes de la PNC y el ministro de Gobernación, da para pensar que hubo improvisación.
Habrá manifestaciones pacíficas, hashtags en redes y batalla legal versus lo aprobado el martes 26 y madrugada de miércoles 27.
El fin no justifica los medios.