Registro akásico
El clientelismo máscara neoliberal
La política responsable se ha de concretar en un proyecto nacional, no en programas clientelares.
En general, la mayor parte de la población carece de razones para responder sobre popularidad de las figuras públicas. Lo hace, en parte, por el acondicionamiento de la comunicación social en medios masivos; por esa razón, los políticos, al ser elegidos, confían en las empresas con mensajes machacones y noticias retorcidas, para continuar gozando del favor público. Otra parte, la empobrecida, apoya al recibir dádivas decididas por el gobernante cuando fabrica una clientela.
La política responsable se ha de concretar en un proyecto nacional, no en programas clientelares.
Las agendas globales emplazan tareas, muchas veces en contra de los deseos de los votantes. En Europa sucede el abandono del subsidio agrícola por una decisión de integración mundial. Durante décadas, se apoyó a los campesinos, a pesar de no ser la mayoría de la población. Se justificó por razones de seguridad. En algunos casos, se llegó a patrocinar acciones ilegales en países del extranjero para sabotearles su agricultura. Arruinados, no podían exportar a las sociedades industriales; la economía en los países en desarrollo languideció, para dar lugar a rebeliones basadas en ideologías religiosas extremistas: el abono de la rebelión por ignorantes. Ahora se decide comprar productos agrícolas más baratos en los países periféricos, para establecer interdependencia. Se provoca la consiguiente protesta de los campesinos en tractores nuevos. Las elecciones reflejan virajes como, en este caso, la reciente victoria de la derecha conservadora.
En nuestro país es lo mismo. Los votantes de la clase media son burlados en cada gobierno. Los grandes contribuyentes tienen voceros y consiguen resultados a su favor. Mientras la población con ingresos medios es dejada de lado. Sirva como un parámetro para evaluar la actuación gubernamental a la educación. La cobertura basada en el esfuerzo privado: preescolar 32%, primaria 17%, básico 47%, diversificado 75%, universitario 49%. El subsidio público es mayoritario en todos los niveles, salvo para bachilleres. Mientras tanto, los resultados de calidad educativa en caída libre, al relacionarlos con el rendimiento frente a otros países. Estudiantes sin capacidad de lectura, nulas matemáticas y peor aporte científico cultural. No es de extrañar, cuando se mencionan los problemas de educación primaria, sean la falta de cocinas o el reparto de alimentos a ciertas familias enlistadas, en departamentos ganados por el voto oficialista, sea cual fuere el partido. El problema en primaria no es mejorar la educación pública, sino la bolsa plástica cargada de verduras.
Los antiguos neoliberales dejaron sus prédicas públicas, ahora prefieren las comunidades de chat o las redes grupales informáticas. Allí circulan denuncias, trucos, tendencias y cancelación de opositores. Su importancia es innegable en el actual gobierno. El discurso por un lado y las decisiones de los funcionarios por otro. El más risible, si no denotara extravío mental, es el anuncio del subsidio al pequeño consumidor eléctrico. Al que consume menos de 100 kW, o sea, carece de refrigeradora. Se presenta como un apoyo general a la economía familiar, cuando solo alcanza al 6% de la población estimada. Entiéndase, no es una condena al apoyo a consumidores con bajo equipamiento de enseres o a pequeños negocios no relacionados con los alimentos. Se critica la justificación de programas clientelares por un gobierno sin propósito ni proyecto nacional.
La casta neoliberal encubierta usa transferencias clientelares, difunde el discurso woke, inventa derrotas a supuestos golpes de Estado, se amiga con la intromisión extranjera, mientras cancela a quien critica su doblez.