LIBERAL SIN NEO
El año geopolítico
Este es un año de elecciones y guerras con potencial de alto impacto en el mundo. Se realizarán elecciones generales en países que representan la mitad de la población global; desde EE. UU., India, México, Finlandia, Indonesia, Bangladesh, Sri Lanka, El Salvador, Uruguay, Panamá, el parlamento europeo, hasta 17 naciones del continente africano. Habrá simulacro de elecciones presidenciales en Venezuela y Rusia. En contexto histórico es notable el alcance de ejercicios democráticos en tantos países, con notables excepciones; China, Cuba y Corea del Norte ni simularán elecciones, son dictaduras de partido.
' Es imposible predecir si los fuegos serán sofocados o arderán con furia.
Fritz Thomas
Las presidenciales de EE. UU. en noviembre serán apretadas y socialmente conflictivas. Si llegara a ganar Trump, desatará niveles de conflictividad, protesta y desorden que no se han visto en ese país desde mediados del siglo XIX; de hecho, es uno de los peligros, o una amenaza, según se vea, del discurso alarmista del partido demócrata. En México, el sentir popular y encuestas indican que el partido Morena de López Obrador logrará permanecer en el poder, jugando al populismo de izquierda, cimentando su penetración de la burocracia profunda al mismo tiempo que ordeña el libre comercio y la inversión extranjera. En la democracia más populosa del mundo, India, probablemente será reelecto Modi, un fuerte nacionalista hindú plenamente convencido del gran destino que espera a su país; bisagra en las tensiones entre China-Rusia y EE. UU.-Europa. Argentina ya dio la sorpresa y Taiwán confirmó que no quiere ser absorbida por China.
Varios países europeos se muestran exhaustos por el autoritarismo de la Unión Europea y los efectos sociales de la migración de musulmanes que se resisten a asimilarse a la cultura europea. Precedido por lo que ha sucedido en países escandinavos, Suecia y Dinamarca, en Alemania y Francia avanzan partidos conservadores que amenazan el statu quo. La agenda de la Unión Europea es estrangular a sus agricultores y al modelo energético para combatir el cambio climático y esto ha producido fuerte reacción popular. Alemania cae en cuenta de que su desbocada carrera al mundo verde significará el colapso de su envidiable industria automotriz frente a la competencia china con automotores eléctricos a mitad de precio. El Reino Unido es excepción; el partido en gobierno, conservador en nombre, pero no en la práctica, probablemente no sobrevivirá el año y será derrotado por la izquierda.
Este mes se cumplirán dos años de la invasión de Rusia a Ucrania. De alguna manera el bloque democrático de la OTAN dibujó una línea en la arena, pero el apoyo a Ucrania se ha entibiado; la guerra se estanca en una situación en la que cada bando avanza o retrocede un par de kilómetros. De llegar a un acuerdo de paz que permita a Putin conservar el terreno que invadió y anexó en 2014 y 2022, mostrará que la agresión paga y la OTAN carece de voluntad para resistir.
Algo similar puede ocurrir con la guerra entre Israel y Gaza. Organismos multilaterales y el gobierno de EE. UU. proponen que la solución del conflicto es establecer un estado palestino, mientras que Israel insiste en que su sobrevivencia exige destruir a Hamás. Independientemente de si debe o no surgir un estado palestino, su creación como solución al conflicto iniciado el 7 de octubre 2023 mostraría que el terrorismo paga. Mientras tanto, Irán mueve sus piezas a lanzar misiles y China estudia con cuidado el teatro geopolítico, aguardando el momento oportuno para caer sobre Taiwán.
Hay chispas en el aire, es imposible predecir si los fuegos serán sofocados o arderán con furia.