En el Día Mundial del Agua (22 marzo 2023), la ONU advirtió sobre la crisis inminente por la escasez del líquido vital, por lo que no debemos olvidar que en los procesos de desarrollo urbano lo primero que se toma en cuenta es ubicar las fuentes de agua, su contaminación, aplicando las proyecciones de población de cada proyecto, algo que aquí difícilmente se hace en general.

El agua es un bien común del que todos dependemos, y su correcto manejo es preocupación de todos. Según estudios realizados por la ONU, la calidad del agua se ha convertido en un asunto mundial. Cada día se vierten a las aguas de todo el mundo millones de toneladas de aguas residuales, también desechos industriales y agrícolas equivalente al peso de la población mundial, tratadas en forma inadecuada. Cada año, lagos, ríos y deltas aumentan la cantidad de contaminación. Un alto porcentaje del agua se desperdicia en Guatemala, debido a la contaminación ambiental. Guatemala tiene el doble de disponibilidad de agua que el promedio mundial, pero el 90% de sus fuentes están contaminadas. Los altos niveles de contaminación, incluso con metales pesados, hacen que el 95% del agua que se produce en Guatemala sea inutilizable.

El río Motagua está contaminado por la fumigación por químicos de las fincas en sus orillas, plásticos y todo tipo de desechos sólidos. Lo mismo con el lago de Amatitlán y Atitlán y muchos más cuerpos de agua. Cada año muere más gente a causa del agua no apta para consumo. Prevenir la contaminación de los recursos hídricos a través de la reducción o la eliminación de contaminantes en el nacimiento de los ríos es casi siempre la manera más barata, fácil y eficaz de conservar la calidad del agua. La prevención implica reducir o eliminar el uso de sustancia nocivas y agentes contaminantes; y modificar el equipamiento y la tecnología empleada para generar menos desechos.

Se cumpliría así con los requisitos de establecer estaciones principales, secundarias y terciarias, así como válvulas que permitan operar la red y sectorizar el suministro en casos excepcionales, como son las rupturas y casos de emergencia por escasez de agua. Las fugas o pérdidas graduales del producto se producen a través de diferentes equipos o componentes. Las emisiones fugitivas son un tipo de emisiones no canalizadas, por lo que son las más difíciles de cuantificar, detectar y corregir.

En Guatemala existen pocos planes de ordenamiento territorial adecuados a nuestra realidad, con lo cual las redes de distribución de agua potable en los pueblos y ciudades no toman en cuenta anillos cerrados. Por el contrario, las redes de distribución de agua en las comunidades rurales son dispersas. En el municipio de Guatemala existen varias plantas de tratamiento de aguas residuales ubicadas en varios de los municipios. De acuerdo con la ONU, una de cada tres personas del planeta vive sin agua potable, y todavía existen guatemaltecos que sufren por la falta del vital líquido para su subsistencia.

“El agua es un derecho humano y un denominador común del desarrollo para forjar un futuro mejor, pero el agua está en graves problemas”. “Estamos drenando la sangre vital de la humanidad a través de un consumo excesivo”. “Hemos roto el ciclo del agua, destruido ecosistemas y contaminando las aguas subterráneas” (ONU).