Educación, el único camino para progresar
Ojalá el informe de labores que el gobierno presente en 2026 contenga avances tangibles en educación.
El regreso a clases marca el inicio de un nuevo año escolar y se nota una impactante afluencia para adquirir los útiles. Es una época de emoción y de expectativa por los nuevos aprendizajes que se obtendrán… o quizás no.
La enseñanza en Guatemala es de baja calidad. El sistema educativo es extractivo, anticuado, obsoleto y memorístico. No desarrolla ni el pensamiento crítico ni la innovación en los estudiantes. Es urgente una reforma radical al currículo, a las metodologías de enseñanza y a la evaluación. Falla totalmente al no preparar a los graduados para progresar en la vida, sino solo para aprobar un examen. Todos estamos conscientes del problema. Sin embargo, ninguno busca remediarlo.
Se cumple un año de gobierno y no se vislumbra ningún avance en el campo educativo. Por supuesto, el Mineduc reporta haber remozado 10 mil 997 centros educativos nacionales durante el 2024. La palabra clave es “remozar”, que según la RAE significa “Dar o comunicar un aspecto más lozano, nuevo o moderno a alguien o algo”. Es bueno remozar, pero es mejor reconstruir, renovar, equipar y dar mantenimiento. Es lamentable que nadie hable de reformar el plan de estudios, a los maestros y la didáctica de enseñanza.
El tema educativo es transversal e intervienen múltiples dependencias estatales. La infraestructura vial es importante. Como no existe ningún buen sistema de transporte, el traslado de los estudiantes y personas es lento y penoso. La inseguridad también afecta la asistencia a las escuelas y todo resulta en una elevada tasa de deserción. Si además se suma la falta de recursos económicos para estudiar, es lógico que muy pocos estudiantes ingresen a las universidades y menos que se gradúen.
La rica diversidad cultural de Guatemala representa una gran oportunidad.
Un sistema educativo deficiente acarrea graves consecuencias al país. Al no contar con educación de calidad, se perpetúa el ciclo de la pobreza. Los graduados solo pueden optar a trabajos de baja remuneración sin esperanzas de mejorar. La deficiente educación anula la innovación y limita el desarrollo económico nacional. La fuerza laboral solo compite en el mundo globalizado por ser barata. Adicionalmente, le resta posibilidades a la ciudadanía de participar en la vida cívica y política del país. Todo lo anterior enfatiza la exclusión social, la desigualdad y promueve el crecimiento de instituciones y empresas extractivas, condenándonos al subdesarrollo.
Un sistema educativo de calidad brinda un ambiente académico innovador con metas desafiantes, pero alcanzables. Además, ofrece a los estudiantes un apoyo en alimentación y salud. Los maestros están capacitados y actualizados no solo en los temas que imparten, sino también en el uso de la tecnología y en diferentes técnicas de enseñanza y evaluación. Lo anterior les permite adaptar su enseñanza a la inteligencia emocional de cada alumno, promoviendo su pensamiento crítico, el aprendizaje colaborativo y el trabajo en equipo. La electricidad, la tecnología y el internet son ahora imprescindibles, ya que el mundo actual exige que los graduados no solo posean conocimientos y habilidades, sino que dominen la tecnología y la IA.
La rica diversidad cultural de Guatemala representa una gran oportunidad. El compromiso gubernamental hacia la educación, plasmado en sus planes estratégicos, permite capitalizar en el crecimiento tecnológico y en la ayuda internacional para reformar totalmente el fracasado sistema educativo nacional. La inversión en educación debe combatir debilidades como la calidad de los docentes, la falta de herramientas, las desigualdades socioeconómicas y la deficiente infraestructura vial/educativa. Es importante garantizarle a la población el fácil acceso a una educación de calidad sin interferencia sindical ni sesgo político. El enfoque es lograr una alta calidad del proceso enseñanza-aprendizaje desde la escuela primaria hasta la universidad, desde conocimientos y oficios hasta civismo, alimentación y salud.
Ojalá el informe de labores que el gobierno presente en 2026 contenga avances tangibles en educación.