RINCÓN DE PETUL

Durmieron la pelota

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Aficionado al fútbol, he visto suficiente para observar que hay momentos en el juego cuando proponer y atacar es lo que procede. Pero que no siempre es así. Que hay otros, en cambio, cuando los equipos dejan de avanzar y se repliegan. Duermen la pelota, dicen los comentaristas. El choque, en ese momento, no conviene al dominante.

' ¿Quiénes silencian efectivamente las emociones de este pueblo maltratado?

Pedro Pablo Solares

Lo mismo sucede en otras dinámicas de la vida. Que quien quiera sobresalir, habrá de arriesgar. Pasa en algo tan sencillo como lo es tomar la palabra en grupo, si lo haces, te expones a decir lo que no procedía. El juicio es valioso. Sucede en los negocios. Se apuesta para ganar. Solo así, se accede al lucro. Al igual que en la mencionada táctica del fútbol, si se envían jugadores al ataque, quedará, más rala la defensa. Es por eso tan importante el papel del estratega. El que imagina el cómo. Quien decide el momento para cada acción. Ahora, en tiempos del Mundial en Catar, lo vemos seguido. Que quien ya llegó al marcador deseado, pueda que se repliegue en su esquina, buscando guardar energías para cuando sea necesario.

Lindo es el fútbol y emocionantes los negocios. Pero situación similar sucedió en la sucia política guatemalteca: improductiva, y contraria a los intereses de la gente. Recuerdo el 2015. Se vivía un momento especial, con una vibra energizante. El sentimiento que vivía en el ambiente era de ilusión. Las inéditas denuncias contra el sistema corrupto, al más alto nivel, hicieron al pueblo interesarse en el quehacer público. La televisión transmitía interesantes debates, en franjas estelares. En la radio, las entrevistas crecían, en oferta y en demanda. Y aunque no conocemos mediciones de lectura de espacios de opinión como este, imagino que también, el interés por los espacios de columnas en los diarios aumentó por esos días.

Percibo que podía suceder un cambio singular en Guatemala. Pero hay sectores cuyo temor más grande es ese, precisamente: que cambien las situaciones del país. En los espacios de discusión, se notaba claramente quiénes eran enviados para proteger al sistema indefendible. Negaban la miseria. Maquillaban la inequidad. Justificaban la corrupción. Y creo honestamente que perdían el forcejeo en las dinámicas del debate. Siento que perdían posesión de esa cancha figurativa. Porque la miseria es innegable. La inequidad no se puede disfrazar. Y la corrupción es injustificable. El sistema, en sí, es indefendible. Ahí, aparecieron los estrategas que replegaron las acciones; escondieron el balón. Maquiavélicamente, durmieron la pelota.

De entonces para acá, los espacios de debate y exposición de ideas, indudablemente han perdido mucha fuerza. Programas de televisión, como A las 8:45, que servían de ventana abierta, fueron clausurados. Hoy, podrá haber explicaciones diversas para todo lo que sucedió con esos medios, y con diarios escritos, como La hora, y ahora El Periódico. Pero lo que no se puede negar, es que disminuyeron los espacios para la opinión independiente. Y que, con ello, el interés de la gente también está disminuyendo ante el futuro próximo. Siento no equivocarme con decir que se vive un aletargamiento generalizado, impropio del momento que demanda un pueblo más despierto, en especial, a las puertas de unas nuevas elecciones generales.

Aficionado al fútbol, ahora dedico horas a ver los juegos de Catar. Escucho a algunos quejarse cuando los equipos no se tiran para enfrente. Se repliegan, a veces, y estratégicamente logran objetivos. Veo a técnicos alzarse en victoria. Me pregunto, en Guatemala ¿quiénes silencian efectivamente las emociones de este pueblo maltratado?

ESCRITO POR:

Pedro Pablo Solares

Especialista en migración de guatemaltecos en Estados Unidos. Creador de redes de contacto con comunidades migrantes, asesor para proyectos de aplicación pública y privada. Abogado de formación.