Rincón de Petul

Desde el ego, redadas en el lugar menos esperado

¿Esperanza de fracaso, acaso, para quienes vemos injusta semejante persecución?

En una nota publicada el viernes, el Wall Street Journal advierte de que las redadas de indocumentados prometidas por Trump iniciarán el martes en la mañana. El hecho de que su “campaña de deportaciones masivas más grande de la historia” inicie el primer día de su ejercicio tomará a pocos como sorpresa. En fin, su estilo alineado con su perfil comercial está inclinado hacia la publicidad, al mercadeo, hacia el impacto mediático de lo que pretende. A nadie, entonces, extrañará que estas medidas inicien de forma abrupta, ni que se les dediquen grandes y sonoros recursos, materiales y humanos. Lo que parece curioso es el lugar que esa misma nota periodística anuncia como la sede de las jornadas de captura con fines de deportación: No es “Whateverville”, cualquier pueblecito en los estados republicanos donde coinciden las enormes cantidades de población sin documentos con las autoridades locales afines a estas medidas. En cambio, el lugar escogido sería Chicago. Una de las grandes urbes de esa nación, tan demócrata en su política, que su último alcalde republicano salió hace casi cien años.


Habrá cosas que uno desde el papel de análisis no conoce. Pero si el objetivo primordial fueran capturas masivas, el hecho de escoger una gran urbe, encima no amigable, no suena como la más coherente. Las migraciones de las metrópolis tienden a desarrollarse de forma más cosmopolita. Viven en vecindarios mixtos, con vecinos de muchas procedencias y donde los indocumentados se entremezclan con gente local y ciudadana. Esto es una realidad hasta en las zonas donde las comunidades latinas emergentes son más densas. Y en esas ciudades los trabajadores se dispersan entre tantas actividades posibles como opciones económicas estén disponibles en la urbe. La tarea, en esos centros, es de puerta en puerta. De uno en uno.

Pero si el objetivo primordial fueran capturas masivas, el hecho de escoger una gran urbe, encima no amigable, no suena como la más coherente.


En cambio, todo es más accesible en los pueblos rurales que abundan en las zonas rojas republicanas de aquella nación. Sí, es posible que en ellas no haya más de 10 mil indocumentados, si su población total es de 40 mil. Pero suele suceder que una mayoría de ellos, o por lo menos una gran concentración, trabaja para una o dos grandes empresas que atrajeron a esos nuevos vecinos al lugar. Es el caso de Springfield, en Ohio, que cayó a la infamia durante la campaña electoral. Y es el caso de cientos de pueblos que han jalado a nuestros paisanos por décadas y que hemos identificado como las ciudades espejo en el norte. En algunas o muchas de ellas, además, hay policías locales cuyos ojos se ponen turnios de la felicidad cada vez que Trump despotrica contra los latinos.


Esta noticia se da días después de que el concejo municipal de Chicago votó por continuar siendo un “santuario” para los indocumentados. Siete de cada 10 vecinos que votaron por Kamala Harris semanas atrás los aplaudieron. Y un vocero policial confirmó al Times que continuarán negando información migratoria a otras agencias (como el ICE). Ese es el panorama en Chicago. ¿Qué motiva —se pregunta uno, entonces— a que estas jornadas inicien ahí? ¿Acaso el ego presidencial, el deseo de conquistar terrenos ajenos? Si la información filtrada es cierta, su credibilidad se pondrá a prueba esta misma semana. Increíblemente, Trump va contra la experiencia de su propia autoría en 2019. Entonces, su operación Border Resolve perfiló capturar a más de 2,000 en urbes grandes, logrando solo la de 35. En cambio, sus redadas en pueblecitos de Misisipi aprehendieron a más de 600 en solo un día. Pero hay un simbolismo especial que ha de entusiasmarle, de conquistar un lugar como la Ciudad de los Vientos. Su ego, ¿esperanza de fracaso, acaso, para quienes vemos injusta semejante persecución?

ESCRITO POR:
Pedro Pablo Solares
Especialista en migración de guatemaltecos en Estados Unidos. Creador de redes de contacto con comunidades migrantes, asesor para proyectos de aplicación pública y privada. Abogado de formación.