Godot ha llegado

Del discurso a la acción

La política exterior de Trump será caracterizada por tres valores que representan la ideología que dio vida a los Estados Unidos de América.

La presidencia de Trump sigue siendo el tema que debemos discutir y en esta ocasión se trata de su discurso y sus primeras acciones. El pasado 20 de enero, Trump asumió la presidencia con un discurso que resalta tres grandes valores que son o han sido parte de la esencia de lo que es Estados Unidos. El primero es el concepto de destino manifiesto y excepcionalidad que se refiere a la creencia cuasidivina de que Estados Unidos “son un país único y su gente es especial… como ningún otro en la historia”. Varios autores como Seymour Martin Lipset (1963), David Kennedy (1983) y Walter LaFeber (1989) argumentaron y discutieron a profundidad que los Estados Unidos, aun siendo solo 13 diferentes colonias para su independencia, se fundaron siendo ya una gran potencia con una visión a futuro definida por sus élites particularmente en el gran debate que sostuvieron Alexander Hamilton y Thomas Jefferson en el siglo XVIII. Sin embargo, es el historiador William Appleman Williams, quien es el autor de la cita en dos de sus más destacados libros La tragedia de la diplomacia americana (1959) y Los contornos de la historia americana (1961). Williams consideró que el destino manifiesto y la excepcionalidad son el corazón detrás de una ideología que guía la política de Estados Unidos. 

Trump asumió la presidencia con un discurso que resalta tres grandes valores que son o han sido parte de la esencia de lo que es Estados Unidos.

Los otros dos temas que resaltan también son considerados valores ideológicos, pero de la política exterior de los Estados Unidos por Michael Hunt en su obra Ideología y política exterior de Estados Unidos (1989). El primero es la jerarquización racial que fue hecha e impulsada por Benjamín Franklin en la década de los 1750 y, a pesar de arrepentirse poco tiempo después, el daño estaba hecho. No hay ser superior que el blanco anglosajón protestante (WASP, por sus siglas en inglés), quien es el verdadero fundador y obrero de “esta gran nación”. Y este WASP debe ser cauteloso de “otros” que puedan destruir “nuestra gran nación”. La última obra de uno de los grandes politólogos del siglo XX, Samuel P. Huntington, fue Quiénes somos nosotros (2004) donde argumenta, entre otras cosas, que la migración de latinoamericanos a Estados Unidos es una amenaza de seguridad nacional, porque cambia la esencia cultural del estadounidense promedio —el WASP— y puede alterar “los fundamentos de esta gran nación”. No, lector, Trump no es un racista loco antimigrante, sino está ejecutando una idea concebida hace 275 años. 

Por último, está el miedo a las revoluciones que significa que solo la revolución e independencia de Estados Unidos ha sido aceptable —“porque somos especiales, excepcionales”, así se materializan estos valores en la práctica— y hay que ser cauteloso de otras revoluciones. Los Estados Unidos vieron esto primero con la Revolución Francesa y “el terror” donde se decapitaron cientos de personas del régimen monárquico, lo que asustó a los líderes estadounidenses de la época. Luego, vino la revolución de Haití, liderada por el esclavo liberado Toussaint Louverture y apoyada por españoles y británicos contra los colonos franceses. Sin embargo, esta fue vista por las élites en Estados Unidos como la revolución de unos esclavos negros que asesinaron a sus patronos blancos, lo que tampoco fue de su agrado. Estos son los tres grandes valores que nuevamente, porque ya se han aplicado, distinguirán la política exterior de Trump con un toque imperialista —no es casual que haya mencionado a McKinley y a Teddy Roosevelt en su discurso— que se van a poner en práctica con la ejecución de la misma. ¡Feliz domingo!

ESCRITO POR:
Roberto Wagner
Licenciado en Relaciones Internacionales por la UFM. Maestría en Relaciones Internacionales con especialización en Geopolítica (Warwick University, Reino Unido). Exdiplomático, profesor universitario, columnista, consultor y analista político independiente.

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