“Las dificultades preparan a personas comunes para destinos extraordinarios”. C.S. Lewis

Muy temprano en la vida aprendemos que no siempre podemos lograr lo que nos proponemos sin tener que enfrentar algún contratiempo o bien tenemos que vencer más de un obstáculo que se nos presenta en el camino. Pero cuando se tiene la necesaria disciplina y determinación, podemos llegar a despejar los obstáculos que se nos van presentando y logramos alcanzar la meta que nos hemos trazado.

Por mucho que tengamos bien planificadas nuestras metas, tenemos que tener presente que los imprevistos no tardarán en surgir y nuestra determinación se habrá de poner a prueba para avanzar.

Sin duda, nunca estará ausente la idea de abandonar el proyecto, pero si la determinación está presente, habremos de avanzar hasta alcanzar los objetivos trazados y podremos mirar atrás y tener la suficiente gratificación por haber perseverado en el proceso.

Más de una vez podemos favorecernos por los contratiempos porque nos abren nuevas alternativas y con ellas vamos mejorando la idea original de lo que estábamos programando. Esto lo podemos fácilmente describir como los altibajos de un camino, los que debemos transitar de principio a fin con la máxima determinación, pero nunca ver los obstáculos como limitante, más bien como desafíos.

Aquellos que en la historia han logrado sus metas no registraron ni enumeraron los obstáculos que tuvieron que sobrepasar, sino que supieron mantener una constancia hasta ver cristalizados sus sueños, y eso es lo que al final han recordado con justa razón y ¿por qué no? disfrutado también.

Nadie se enorgullece de las cosas inconclusas que tiene en la vida, sino todo lo contrario, las trata de olvidar o bien enmendar, para que no quede nada a mitad de hacer en la vida que está viviendo.

Si bien hay muchos obstáculos, hay que superarlos, y si estos son externos fácilmente son evidentes, no solo para uno sino también para los que están en derredor de uno, pero si estos obstáculos son internos y solo uno está consciente de ellos, es diferente, y poco sirve que uno esté compartiendo a los suyos qué contratiempos está enfrentando y por ello no ha logrado alcanzar la meta. Lo glorioso es alcanzar nuestros objetivos.

Algunos de los que nos conocen seguramente nos habrán de preguntar si no tuvimos problemas para llegar hasta donde estamos y cómo hicimos para superarlos. Lo más prudente es no entrar en detalles, sino simplemente reconocer que sí los hubo y los pudimos superar.

La vida, cuando se acepta con las alternativas que presenta, reconoce que aun los contratiempos han servido para una sana reevaluación de lo que se había planificado, y si se tuvo la suficiente calma y claridad incluso los contratiempos fueron elementos que favorecieron a todo el proceso.

Si alguna vez tuvimos la tentación de dejar de avanzar por enfocarnos en los obstáculos, en lugar de en los logros, también descubrimos que haber sido correctamente entrenados y disciplinados nos ayudó para llegar a donde hemos llegado.

Por lo tanto, que cada uno de nosotros tenga la suficiente determinación para centrarnos en nuestras metas en este año que ya hemos empezado y cuyo primer capítulo estamos a punto de terminar, para que, al finalizar, tengamos la merecida satisfacción.