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Cumbres y altiplanos de Huehuetenango

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Para conocer cómo era Huehuetenango hace un siglo, es interesante el apartado titulado Huehuetenango, en el libro siguiente:

' En el camino de Chancol parece abrirse cada vez más el horizonte.

José Molina Calderón

Col. J. Bascom Jones. Técnico editor. Guatemala: la Suiza tropical. A Tropical Switzerland. 1932. Compilado y editado por la Pan American Publicity Corporation. Edición bilingüe en español e inglés. Molina y Cía. Ricla 53-57. La Habana, Cuba. Páginas 119-120.

El libro Guatemala: la Suiza tropical fue publicado al inicio del gobierno del presidente de Guatemala Jorge Ubico. El apartado titulado departamento de Huehuetenango se reproduce seguidamente.

Límites.– El departamento confina así: Al Norte, el Estado de Chiapas; al Oriente, con el Departamento del Quiché; al Sur con los Departamentos de Totonicapán, Quezaltenango y San Marcos; y al Poniente, con el mismo Estado de Chiapas.

Población.- Calcúlase en 137,166 habitantes; es, después de la Alta Verapaz, el departamento donde la población indígena se encuentra más numerosa; está compuesta en su mayor parte de indios Mames, que hablan la respectiva lengua, así también de Chujes, Jacaltecos, Aguacatecos, Ixiles.

El terreno del departamento de Huehuetenango es montañoso, atravesado por un sistema orográfico que es la Sierra Madre o de los Cuchumatanes y cuyas intrincadas ramificaciones hacen el suelo irregular, áspero, caprichoso, con altísimas cumbres que se cubren de nieve en la estación fría y dilatadas llanuras y campiñas de templado y ardoroso temperamento; con profundos precipicios y angosturas, despeñaderos y barrancos, suaves colinas, vegas ricas y amenas praderas, caudalosos ríos, lagunas, bosques del tipo de la selva clásica del Nuevo Mundo.

Escalando la cumbre de la Sierra se llega al norte de Chiantla, donde se hallan situados los fríos lugares Chancol, Tunimá, etc.

De esas cumbres y altiplanos domina la vista el más grandioso panorama. Mirando al Norte le sigue la sucesión de montañas en que fraccionan la Sierra principal. Hasta los montes de San Mateo Ixtatán, Ilom y Chajul; hacia el Sur, Oriente y Occidente la vista se dilata en una inmensa perspectiva de que puede tenerse idea sabiendo que el paisaje de rara sublimidad, lo forman todos los volcanes de Guatemala desde el fronterizo Tacaná hasta el enhiesto Junajup (volcán de Agua de Antigua).

Se cambia de sitio en la meseta y el panorama adquiere novedad. Y más sorprendentemente belleza. En el camino de Chancol, en el de Quizil o en El Rosario parece abrirse cada vez más el horizonte, el cielo queda muy lejos en una gloriosa concavidad de aire enardecido y luminoso y la tierra, o muy leja (sic) o muy baja, parece huir en lontananza en un tropel de crestas recortadas o hundirse en lo profundo del valle y las extensas llanuras, esmaltadas en todos los matices y sembradas de bosques y lagunas, en que se asienta la risueña ciudad de Huehuetenango.

La arena y la arcilla abundan en gran parte el fundamento de la tierra vegetal, cubriendo casi todos los terrenos cultivados. Ha sido justamente celebrado la riqueza excepcional del humus que encierra una faja comprendida desde la cima de “Las Calaveras”, el declive de la Cuesta “La Ventosa” sobre Todos Santos, en la alta Sierra. Esta tierra vegetal es de una asombrosa fertilidad, demostrada en el vigor, desarrollo de los grandes árboles que prosperan en aquellas alturas frígidas y enrarecidas.

Variada vegetación crece en la altísima mesa de la Sierra. La faja de humus de que antes hablamos presta vigor y lozanía a los árboles, pinos, abetos, cipreses y otras coníferas que se agrupan en bosques de encantador aspecto…

ESCRITO POR:

José Molina Calderón

Economista. Consultor en gobierno corporativo de empresas familiares. Director externo en juntas directivas. Miembro de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala. Autor de libros de historia económica de Guatemala.