En la actual Conferencia de las Partes No. 26 sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP26), representantes de gobiernos y distintos actores se reúnen para acelerar la acción hacia los objetivos del Acuerdo de París y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Acoge las negociaciones entre casi 200 países y busca limitar el calentamiento global en 1,5 grados centígrados sobre los niveles preindustriales, conforme al artículo 2 del Acuerdo Climático de París.

Probablemente, esta conferencia determinará qué tipo de mundo dejaremos a las generaciones futuras y representa una de las últimas oportunidades que tendrán los países para actuar en conjunto y buscar soluciones para mitigar y adaptarnos ante uno de los mayores desafíos de nuestra época: el cambio climático.

El sexto informe de evaluación Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) concluye: “El cambio climático está aquí y es la crisis que está definiendo nuestra era”. El Secretario General de ONU ha llamado a la emergencia climática un “código rojo para la humanidad”, que podría detener el progreso hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El último Informe Global sobre Desarrollo Humano del PNUD proyecta —en un escenario sin mitigación— una alta probabilidad de incremento de días adicionales con temperaturas extremas hacia finales de siglo: 100 días más anuales en los países con bajo y muy bajo índice de desarrollo humano, resultando en cambios climáticos más extremos y evidenciando desigualdades más profundas. Guatemala es un país que aporta un porcentaje bajo de emisiones a nivel global (0.07% ). Sin embargo, es uno de los más vulnerables a los efectos del cambio climático. Tan solo el año pasado fuimos testigos del impacto económico, social y ambiental que tuvieron las tormentas ETA e IOTA, afectando principalmente a la población más vulnerable.

En PNUD reconocemos que estamos ante una encrucijada para luchar contra el cambio climático y no dejar a nadie atrás. Estamos a tiempo de enderezar el rumbo y sabemos cómo hacerlo. A través de la iniciativa Promesa Climática —de la cual Guatemala forma parte—, apoyamos a 120 países, que representan el 85% de todos los países en desarrollo, para que presenten compromisos más ambiciosos en el marco del Acuerdo de París.

Asimismo, para destacar el impacto que tiene el cambio climático en las personas y el planeta, hemos lanzado una campaña en la que uno de los animales extintos más conocidos del mundo, un dinosaurio, ofrece un discurso ante la Asamblea General de la ONU instando a los líderes mundiales a ‘no elegir la extinción’. Este cortometraje nos invita a reflexionar sobre el abordaje a la crisis climática y hace un llamado a la acción colectiva.

Nos encontramos frente a un momento crucial y debemos aprovechar esta oportunidad histórica para accionar hacia una transición verde, de manera innovadora, transparente y efectiva. En PNUD estamos centrándonos en traducir estas promesas en acciones sobre el terreno, apoyando a los países cuando lo necesitan, pero sabemos que este esfuerzo es de todas y todos: poniendo en marcha planes de adaptación y mitigación al cambio climático podemos tener un impacto inmenso para proteger integralmente a las poblaciones más vulnerables antes de 2050.