Pluma invitada

Cuatro claves para conectar decisiones a corto plazo con una estrategia a largo plazo

Los líderes de hoy están reafirmando lo que ha sido fundamental durante años: una buena planificación, análisis riguroso y la disposición a tomar riesgos calculados.

Vivimos en el entorno empresarial más dinámico de la historia. Las decisiones rápidas y audaces son esenciales, pero la inercia se apodera de muchas organizaciones: los líderes no asignan recursos de manera efectiva, los equipos se pierden en los detalles y los ejecutivos caen en sesgos comunes.

Los líderes de hoy están reafirmando lo que ha sido fundamental durante años: una buena planificación, análisis riguroso y la disposición a tomar riesgos calculados.

En McKinsey & Company, hemos señalado durante años las mejores y peores prácticas en la asignación de recursos, y nuestra última encuesta identifica prácticas que pueden ayudar a los líderes a seguir efectivamente sus estrategias a largo plazo, a través de una correcta asignación de recursos aquí y ahora. En nuestra nueva encuesta global, encontramos que sólo la mitad de los 617 ejecutivos y gerentes entrevistados dicen que sus empresas alinean efectivamente sus presupuestos con sus estrategias corporativas. Además, sólo el 53% afirma que sus organizaciones financian completamente las prioridades que han identificado. Los encuestados informan que sus organizaciones no están tomando suficientes riesgos con sus inversiones, lo que sugiere que los líderes pueden no estar planificando adecuadamente para el largo plazo.

Sin embargo, aquellos que indican que sus organizaciones tienen éxito en vincular sus presupuestos con sus estrategias corporativas —y en asumir niveles adecuados de riesgo— tienen más probabilidades de reportar que sus organizaciones superan a otras en crecimiento de ingresos y retorno sobre el capital. ¿Cómo equilibrar el riesgo y el seguimiento de la estrategia? Con datos de nuestra encuesta, identificamos cuatro factores clave que las empresas exitosas siguen para lograr ese delicado balance.

1. Gobernanza: liderazgo influyente e involucrado

Una buena gobernanza es esencial. Cuando el CEO está respaldado por un equipo fuerte de planificación y análisis financiero (FP&A) o de estrategia corporativa, la organización tiene más éxito. Según nuestra encuesta, si el líder del equipo de planificación financiera tiene una influencia significativa sobre el CEO y el CFO, estas organizaciones tienen 1.8 veces más probabilidades de superar a la competencia en crecimiento de ingresos y 1.9 veces de destacar en retorno sobre el capital. En general, el 51% de los encuestados informa que este líder es muy influyente en toda su organización.

2. Procesos: cuanto más ágiles, mejor

La rapidez en la creación y aprobación de planes financieros es clave. Casi la mitad de las organizaciones tarda al menos cuatro meses en este proceso, pero aquellas que lo hacen en tres meses o menos tienen más probabilidades de reportar un crecimiento de ingresos y un retorno sobre el capital superiores. Además, cuando las organizaciones incentivan a los ejecutivos a liberar recursos para oportunidades de mayor valor en otras áreas de la empresa, tienen 1.8 veces más probabilidades de reportar un rendimiento superior en crecimiento de ingresos y 1.7 veces de destacar en retorno sobre el capital.

3. Analítica: análisis financiero riguroso

Evaluar consistentemente el rendimiento de las iniciativas con métricas financieras (ROIC) es obligatorio. Las organizaciones que utilizan análisis rigurosos y estandarizados para evaluar el rendimiento de sus proyectos tienen más probabilidades de reportar crecimiento en ingresos y retorno sobre el capital. Los resultados de la encuesta también sugieren que el reconocimiento de la incertidumbre en las previsiones es crucial. Los encuestados que incluyen un rango de resultados en sus previsiones tienen 1.7 veces más probabilidades de superar en crecimiento de ingresos y retorno sobre el capital.

4. Toma de decisiones: superar sesgos

La búsqueda de consenso puede sofocar el debate y obstaculizar decisiones estratégicas. Es fundamental fomentar debates rigurosos y la discusión de múltiples resultados, incluidos los desfavorables. Las decisiones críticas pueden ser precedidas por un debate activo para tener más éxito. Las recomendaciones incluyen hacer pausas en las conversaciones para generar una discusión más rigurosa, y abrirse tanto a hacer como a recibir preguntas. Los encuestados que informan que las decisiones de asignación de recursos en sus organizaciones son precedidas a menudo por un debate activo del equipo de gestión tienen 1.3 veces más probabilidades de reportar un rendimiento superior en crecimiento de ingresos y 1.4 veces de destacar en retorno sobre el capital.

Además, cuando los líderes de nivel C discuten múltiples resultados, incluidos los desfavorables, tienen 1.7 veces más probabilidades de reportar crecimiento de ingresos y 1.8 veces de un mejor retorno sobre el capital. Los encuestados que dicen que los ejecutivos se sienten cómodos en desacuerdo con sus líderes tienen 1.8 veces más probabilidades de reportar un rendimiento superior en crecimiento de ingresos y 1.6 veces de destacar en retorno sobre el capital. Esta comodidad parece extenderse a todos los niveles: los empleados que se sienten cómodos expresando puntos de vista contrarios a colegas senior tienen casi el doble de probabilidades de reportar un rendimiento superior en crecimiento de ingresos y retorno sobre el capital.

Lecciones para hoy y el futuro

Las organizaciones que adoptan un enfoque a largo plazo convierten la estrategia en valor de manera más efectiva. Las empresas que priorizan la creación de valor a largo plazo sobre las ganancias a corto plazo son más capaces de traducir sus objetivos estratégicos en planes y presupuestos efectivos. Según nuestra encuesta, las organizaciones que lo hacen tienen casi el doble de probabilidades de superar a sus competidores en crecimiento y retorno sobre el capital.

Las empresas no pueden quedarse quietas; la innovación y la destrucción creativa están siempre en marcha. Las historias de crecimiento más espectaculares son aquellas impulsadas por compromisos inquebrantables con asignaciones de recursos audaces a lo largo del tiempo. A medida que la tecnología avanza y el futuro parece aún más incierto, los líderes de hoy están reafirmando lo que ha sido fundamental durante años: una buena planificación, análisis riguroso y la disposición a tomar riesgos calculados.

Alinear las decisiones a corto plazo con una estrategia a largo plazo no es sólo una buena práctica; es esencial para sobrevivir y prosperar en el competitivo mundo empresarial de hoy. Con un liderazgo fuerte, procesos ágiles, análisis riguroso y una toma de decisiones audaz, las organizaciones pueden no sólo mantenerse a flote, sino liderar el camino hacia un futuro exitoso.

ESCRITO POR:

Santiago Carbonell

Socio de McKinsey & Company