La junta directiva del Partido Liberal Progresista publicó el libro Seis Años de gobierno presidido por el General Jorge Ubico (1931 a 1936). Trata de las medidas bancarias después de la Gran Depresión. Es una referencia a las decisiones de las autoridades bancarias para combatir los efectos económicos de la pandemia del coronavirus. A continuación, un extracto del mismo.

Valentín Solórzano Fernández comentó que mucho se dijo durante aquella época acerca de la política del dictador que trataba de concentrar el crédito bancario en dos instituciones, el Banco Central de Guatemala, que al mismo tiempo que ejercía las funciones de banca central tenía un departamento comercial, y el Crédito Hipotecario Nacional, fundado por Lázaro Chacón, siendo presidente de la República, y Baudilio Palma, su último secretario de Hacienda y Crédito Público. Concluye el mismo historiador económico que la jugada era fácil de entender, habiendo una escasez enorme de dinero en el país, porque a través del crédito bancario se ejercía no solo el poder económico, sino que también el poder político.

El Directorio General de Bancos estableció la orientación de la política bancaria. Sin embargo, no todos los bancos pudieron sobrevivir. Cuatro entidades bancarias de depósito se vieron en el caso de solicitar su liquidación durante el año 1931. El Banco Schlubach Sapper & Cía., el 13 de junio; el Banco Internacional de Guatemala, el 11 de agosto; la Casa Bancaria de Rosenthal e Hijos, el 3 de octubre, y el Pacific Bank & Trust Company, el 28 de octubre.

El Gobierno otorgó a los bancos mencionados la facultad de liquidarse por sí mismos, con la intervención del Departamento Monetario y Bancario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, conforme los procedimientos establecidos en el artículo 171 de la Ley de Instituciones de Crédito.

Dicho artículo establecía que la liquidación de una Institución de Crédito se haría por ella misma, si estaba en quiebra, y se observaría en siguiente orden: pago y devolución de identidades; cobro de las obligaciones a favor de la Institución; si se tratare de Bancos de Emisión, se expedirán los títulos a que se refiere el artículo 34 de la misma ley, que establece que los billetes serán pagados antes que los depósitos, debido a que los billetes, al igual que los depósitos, entre ellos bancos de emisión, constituyen un pasivo bancario. Además, se agrega que lo que se vaya cobrando se repartirá entre los acreedores por medio de dividendos, y que para fijar los créditos se atenderán los libros de la Institución, salvo orden judicial. Concluyen estas disposiciones indicando que el Departamento Monetario y Bancario intervendrá en todas estas operaciones, y que durante el período de liquidación la Institución conservará su personalidad jurídica y seguirá sometida a la Ley de Instituciones de Crédito.

Lo primero que hicieron los bancos fue entregar a los acreedores los certificados por los que se les reconocían las cantidades correspondientes, en la medida que las circunstancias lo fueran permitiendo y previa noticia hecha pública. Ante la desconfianza manifestada por ciertos acreedores, el Ejecutivo autorizó elegir un delegado de los depositantes por cada banco y estableció los procedimientos para participar en dichas juntas.

Bicentenario de la Independencia. Gabino Gaínza autorizó el primer endeudamiento formal por 40,000 pesos, después de la Independencia y como su última actuación de gobernante, para cubrir los gastos del ejército mexicano acá. Las Políticas Económicas de 50 Presidentes de Guatemala (1821-2021), libro de mi autoría, ilustra lo que hicieron los mandatarios en 200 años.