Escenario de Vida

Celebrando el Día de Reyes en el 2025

Si somos indiferentes ante los desposeídos, los que pasan hambre y los que más necesitan calor humano, no estamos celebrando nada.
 

Guatemala tiene tradiciones muy variadas pues para algunas familias todo gira alrededor de la Nochebuena y Navidad para que los niños abran sus regalos junto al tamal navideño. Unos los reciben de parte de San Nicolás o Santa Claus, antes de las 12 del 24 de diciembre, mientras otros los abren en la mañana del 25, el día de Navidad. Sin embargo, las posadas quizás son de las más significativas para la mayoría, y se celebran con una combinación de tradición, reuniones familiares y amigos. Se reza el rosario, y se entonan letanías pidiendo posada junto a villancicos tradicionales y faroles, a tiempo que suena la caparazón de una tortuga. No dejan de faltar las piñatas de siete picos que representan los pecados capitales, y romperla simboliza la lucha contra el mal.


Para mí, esta parte es la más simbólica, pues me hace reflexionar que, en este año 2025, es nuestro deber luchar contra el mal, contra la pobreza, contra la corrupción, contra la deforestación, contra la contaminación, contra el cambio climático, contra la indecencia, contra todo aquello que destruye a nuestro país y a nuestras familias. Existen muchas iniciativas a través de organizaciones no gubernamentales, o incluso gubernamentales, y a través de asociaciones o empresas privadas que velan por una Guatemala más verde y más limpia. Promueven el reciclaje, la seguridad alimentaria y nutrición, la descontaminación, y realizan proyectos para la limpieza de ríos, lagos y mares.

En este año 2025, es nuestro deber luchar contra el mal, contra la pobreza, contra la deforestación, contra el cambio climático, contra la indecencia.


Regalar para el día de Reyes, 6 de enero, es algo normal en Latinoamérica, siendo el día de los Reyes Magos y las tradiciones varían de lugar en lugar, pero ¿acaso en estas ocasiones pensamos en los niños de la calle que no reciben regalos? ¿Pensamos en las familias del Corredor Seco que no tienen nada que comer? ¿Pensamos en los niños huérfanos o en los ancianos que duermen en los portones de iglesias ante el tremendo frío de enero?
No nos confundamos. Celebrar estas fiestas es algo muy especial si tenemos comida sobre la mesa, techo sobre nuestras cabezas, una cama donde dormir, y alguien que nos demuestre cariño e interés en nuestro bienestar. Pero si somos indiferentes ante los desposeídos, los que pasan hambre y los que más necesitan calor humano, no estamos celebrando nada.


Este nuevo año, pongamos nuestro granito de arena al unirnos en nuestro tiempo de ocio, a programas sociales, ecológicos y ambientales que ayuden a sanar los males que nos acechan. Pongamos un fin a la basura de las calles educando a niños, jóvenes y adultos, y al crimen organizado y la violencia que están destruyéndonos. Y ya es hora que demos solución al tráfico descomunal con ideas innovadoras. A nivel ambiental, resolvamos el problema de la contaminación del río Motagua. Velemos por erradicar la contaminación del agua y el aire en general. Pongámosle un ojo al uso excesivo de pesticidas, la erosión del suelo, la pérdida de la biodiversidad, la escasez de agua, y en especial, la deforestación y el narcotráfico.


Tengo la esperanza de que vendrán cambios positivos al contar con una excelente ministra de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Patricia Orantes, y menciono también al ministro de Energía y Minas, Víctor Hugo Ventura Ruiz, quien ha prometido luchar con una gestión proactiva e inteligente. Con ellos, ya es un adelanto. Ahora falta ver el desempeño de otros ministros, como la ministra de Educación o el ministro de Comunicaciones, que deben alzar la mirada para dar solución a lo que es ineludible. Solo así tendremos resultados positivos para que este año 2025 sea simplemente maravilloso.

ESCRITO POR:
Vida Amor de Paz
Presidenta de la Fundación del Bosque Tropical. Directora general de Planeta Verde Televisión. Presentadora de Los secretos mejor guardados, de Guatevisión. Recorre el mundo filmando en cinco continentes. Es graduada de la Universidad Panamericana, en Periodismo.